PL / El primer ministro británico, Tony Blair, admitió ayer que la guerra en Iraq no se esta ganando, durante su intervención semanal ante el parlamento.
Blair coincidió con la valoración del designado secretario de Defensa norteamericano Robert Gates, quien la víspera reconoció el fracaso de Estados Unidos en esa contienda bélica.
El líder del Partido Conservador, David Cameron, preguntó al primer ministro si concordaba con las declaraciones de Gates, a lo cual contestó: por supuesto.
Cameron y Menzies Campbell, líder de los liberales democráticos, tercera fuerza política de Gran Bretaña, criticaron la subordinación de Blair a Washington.
Al respecto, el jefe de los conservadores calificó de esencial que las estrategias y decisiones sobre la retirada de las tropas de Iraq las determine el gobierno británico.
Mientras, Menzies le imputó al primer ministro ser dependiente de las decisiones estadounidenses sobre las tácticas en el estado árabe.
Dicha admisión del jefe de gobierno británico se registra poco antes de emprender un viaje a Washington, donde abordará la convulsa situación en suelo iraquí con su principal aliado, el presidente George W. Bush.
La visita del jefe de gobierno se registra en medio del recrudecimiento de los combates en ese estado árabe, donde desde la invasión anglo-estadounidense en marzo de 2003, murieron dos mil 907 soldados norteamericanos y 126 británicos.
Según la prensa londinense, ambos aliados abordarán el informe, que en coincidencia con la presencia de Blair, publica el Grupo de Estudio sobre Iraq, encabezado por el ex secretario de Estado James Baker y el ex congresista demócrata por Indiana Lee Hamilton.
Precisamente, según la cadena de televisión CNN, el Grupo recomienda que las tropas estadounidenses abandonen el combate en territorio iraquí y comiencen a desempeñar un papel de apoyo con el entrenamiento de las fuerzas locales.
Tras su llegada a Washington, Blair se entrevistará con senadores estadounidenses y se espera que también exponga su visión sobre el cambio climático.
Para mañana está previsto el encuentro con Bush, después del cual ambos ofrecerán una conferencia de prensa.