Ningún armamento por sofisticado que sea, puede ser efectivo sin la intervención humana. Cohetes dirigidos por rayos láser, Sistema de Posición Global, aviones que se le esconden a los radares, aviones no tripulados, tanques, carros blindados, bombarderos, bombas MOAB, fósforo Blanco, Municiones con Uranio reducido, armas biológicas, armas químicas, y otro montón de cosas que sabremos a su debido tiempo; todo esto sería chatarra, pedazos, gases y líquidos malolientes sin un soldado a cargo. Habrás notado, cuanta inversión de mentes, tiempo y dinero hay detrás de toda esta tecnología, que podríamos llamar: Tecnología de Destrucción. Esta tecnología no tiene uso en el mundo civil y pacífico al que todos aspiramos.
Tú en tu escuela aprendes de otros países, de ejemplos de superación, de nuevos adelantos en la medicina para salvar vidas, de otros idiomas para comunicarnos mejor con el prójimo, de otras culturas para saber como hacen en otros países lo mismo que hacemos acá. Lamentablemente, en esa misma escuela se les ofrece a estudiantes participar en la Tecnología de la Destrucción. Es claro que la Educación y el Militarismo, no son compatibles. Por un lado se les da una semilla a unos estudiantes, se les enseña a sembrarla y a cosechar sus frutos. Por el otro se les da a algunos estudiantes un hacha, para derribar el árbol. Puede ser desalentador, que, cada día hay menos manos para sembrar, el terreno es menos fértil y por otro lado las hachas se sustituyen por sierras de gasolina.
El soñar, aspirar a convertirte en una persona productiva, y con aportaciones positivas para la sociedad, está mejor garantizado en la paz. Sólo imagínate, la niña que su escuela ya no existe; Porque fue bombardeada; o el niño que observa a su hermano, el brillante y prometedor, desmembrado bajo los escombros de un edificio. Bajo estas circunstancias es más difícil el soñar.
Es bien importante que consideres lo que entendemos es el argumento a tener presente: Todo lo que ofrece la milicia, lo ofrece el mundo civil y con mejores garantías. Los Reclutadores Militares te dirán:
harás muchos amigos.
Bueno, nosotros tenemos muchos amigos y pretendemos tener más, esto sin tener que dispararle a nadie. Decía un poeta, que la distancia más corta entre dos seres humanos es la sonrisa: a los soldados no se les enseña a reír. De forma pacífica, Tú puedes tener más y mejores amistades, teniendo en cuenta que al actuar de forma no violenta y sin agreder al prójimo; podemos inclusive tener a iraquíes, afganos, Libaneses, y otros como colegas. Si continuamos agrediéndolos, seguirá creciendo el sentimiento antiamericano, que lleve a estos países intervenidos a odiarnos a todos por igual: y eso no es buena base para la amistad.
También dirán: tendrás dinero para estudios.
En el mundo civil hay becas del gobierno, ayudas de fundaciones, préstamos con condiciones favorables a los estudiantes, y muchas otras formas de financiar tu futuro. Eso sí, estas ayudas se mantienen ocultas, como explicaremos luego, con toda la intención de presentar a la Milicia como única opción. El tiempo de estudio, está garantizado en el mundo civil. Sería materia de caricatura, pensar que un soldado está tratando de finalizar una monografía en medio de una emboscada. Imagínate a un soldado comunicándole a un superior, que no puede asistir a el entrenamiento en la base, porque esta es la semana de los finales.
Podríamos ir por cada una de las promesas que hacen los reclutadores, para que caigas en cuenta que todo, pero todo, lo que ofrece la milicia lo ofrece el mundo civil, con mayores garantías y con la paz de saber que puedes hacer tu vida, sin necesidad de dañar la de otros.
Hay que analizar todo esto desde el punto de vista de los intereses, de que se gana y quien lo gana, en otras palabras:¿A quién le conviene? Te preguntarás: ¿Que ganan los pacifistas con la campaña que hacen? ¡Un mundo mejor! Es una respuesta corta, pero lo dice todo. El mundo no está mejor en la guerra, si la guerra resolviera algo, hemos tenido tantas que a estas alturas no se peleara ninguna. Como decía la letra de una canción de los setentas: si el mundo no para de dar vueltas; porqué empeñarse en verlo rodar." ¿Qué ganan los militares con esta campaña de reclutamiento? ¡Dinero! Respuesta corta, que también lo dice todo. Los reclutadores cobran dinero por reclutar, ese es su trabajo. Si cumplen con una cantidad de reclutamientos, lo que se conoce como la cuota; cobran una comisión adicional. Luego, que el reclutador te diga las cosas negativas de lo que pasa en la guerra y en la milicia, va en contra de sus intereses.
Tú vas a ser contactado por un reclutador en tu escuela, a menos que; le digas al director o a la directora, de tu escuela en forma escrita, que no quieres que se le facilite tu información a los reclutadores.
Date la oportunidad, de estudiar y conocer lo que todos los humanos, incluyéndote, hemos logrado a lo largo de la historia. Conoce la cultura, las bellas artes, el método científico y las humanidades antes de decidirte por una carrera militar. Si tuviéramos la oportunidad de diseñar a un ser humano, no le pondríamos enfermedades ni víruses. Si pudiéramos diseñar una sociedad, que eso sí lo podemos y vamos a hacer, no le incluiríamos la guerra. La guerra es a la sociedad, lo que el virus es al cuerpo humano.
Tú puedes hacer la diferencia. Vivir en una cultura de paz, es tu responsabilidad. Empieza con tu vida cotidiana. Es importante enviar cartas pidiendo la liberación de Presos Políticos, pero debes escribirle primero a esa tía que se fue hace tres años a Orlando y no has sabido más de ella. Es bueno pedir el fin del Conflicto Árabe-Israelí, pero, debes hablarle a tu vecino al que no saludas desde el día en que le llamaste la policía, por que la música estaba muy alta, tarde en la noche. ¿Recuerdas el consejito de tu abuela? Si estás enfermo: Cómete una sopita de vegetales, bebe mucha agua, descansa lo suficiente y levántate de esa cama. Pues; Según la medicina moderna, tu abuelita tenía razón. Pero, debemos practicar este consejo aunque no estemos enfermos y entonces se convertirá en nuestro estilo de vida. Así mismo es la paz, no la podemos invocar cuando hay conflictos, debemos usarla mientras hay aparente calma, y entonces se convertirá en nuestro estilo de vida. Hay que ver a la paz como un arte. Es el arte de evitar conflictos; y en caso de caer en el conflicto: es el arte de resolverlo sin que la amenaza ni la agresión sean parte de la solución.