DAVID BROOKS CORRESPONSAL /LA JORNADA (MÉXICO)
Nueva York, 16 de enero. Más de mil integrantes de las fuerzas armadas de Estados Unidos presentaron hoy una petición al Congreso para el retiro de todas las tropas y bases de este país en Irak, en un acto sin precedente de disidencia organizada en las filas militares.
"Como estadounidenses, patriotas orgullosos de servir a la nación en uniforme, instamos respetuosamente a nuestros líderes políticos en el Congreso a apoyar el retiro expedito de todas las fuerzas militares y bases de Irak. Permanecer en ese país no funcionará y no vale el precio. Es hora de que las tropas estadunidenses regresen a casa", se plantea en la petición, firmada por más de mil soldados activos y en reserva con por lo menos un turno de servicio en Irak.
Esta solicitud es una manifestación de la creciente ira y descontento en las filas militares. Iniciada por Liam Madden, un marine de 22 años, y el marinero Jonathan Hutto, de 29, fue colocada en un sitio de Internet (www.appealforredress.org), en el cual se solicitaban firmas a sus compañeros en el ejército, la fuerza aérea y la marina.
En poco más de dos meses la lista creció de decenas a más de mil. La mayoría de los firmantes eran soldados en activo y los demás reservistas, pero figuran algunos oficiales de rango bajo o medio, incluyendo unos cuantos coroneles. Es "el movimiento más significativo de soldados organizados y disidentes visto en Estados Unidos desde 1969, cuando mil 366 miembros activos de las fuerzas armadas firmaron un desplegado de plana completa en el New York Times llamando a dar fin a la guerra de Vietnam", apunta el periodista Marc Cooper en The Nation.
Eugene Fidell, presidente del Instituto Nacional de Justicia Militar, lo caracteriza así: "simplemente, sin precedente".
La Solicitud por un Remedio (Appeal for Redress), como formalmente se llama esta iniciativa, empleó una ley federal que permite que militares en activo puedan enviar una comunicación a un legislador federal sobre cualquier tema sin ser sujetos a ninguna represalia, siempre y cuando en el momento de hacerlo no estén uniformados o en servicio. Con ello se escudan por cargos de insubordinación y violación a las normas de conducta castrense. Sin embargo, todos saben que firmar tal declaración es peligroso, particularmente para quienes quieren desarrollar una carrera en las fuerzas armadas.
"Con el reciente llamado para incrementar las tropas en Irak, el Congreso debería escuchar a aquellos de nosotros que hemos estado ahí y a los que serán afectados directamente por este cambio de política", declaró hoy Hutto.
Su colega el sargento de marines Madden agregó: "Nos están traicionando. Nuestro esfuerzo se está explotando porque se emplea para acciones ilegales e inmorales".
Madden reiteró hoy el llamado para que el Congreso escuche a las tropas y a los veteranos de Irak, y pidió que suspendan el financiamiento de la guerra ya que "las tropas se están muriendo mientras los políticos están disputando y alegando".
Ayer, en conferencia de prensa anunciaron que hoy acudirían al Congreso para entregar la solicitud y las firmas. El sargento Jabbar Magruder, integrante de la Guardia Nacional que estuvo 11 meses en Tikrit, declaró que "los soldados desean resistir, quieren regresar a casa ahora. Necesitamos que los ciudadanos nos respalden".
El representante federal James McGovern recibió la petición e informó que se la va a entregar al secretario de la Cámara para ser publicada en el informe legislativo oficial. Agregó que "estas tropas están arriesgando sus carreras" y les dijo que "estoy agradecido por su valentía".
El representante liberal Dennis Kucinich, quien ha promovido un plan para el retiro de la presencia militar estadunidense, también recibió la petición.
El representante John L. Lewis, una de las figuras que participó en las históricas marchas organizadas por el asesinado reverendo Martin Luther King en los años 60, declaró que estas tropas "han ejercido su derecho constitucional a la libre expresión, y han cuestionado una guerra injusta".
Representantes de otras organizaciones de disidentes de la guerra, como Veteranos de Irak contra la Guerra, Familias Militares se Expresan, Veteranos por la Paz y varias asociaciones pacifistas se presentaron en apoyo a los promotores de la iniciativa.
Hutto y Madden han dicho que al enterarse de la historia de la resistencia de soldados disidentes en Vietnam, descubrieron la táctica para manifestar la creciente oposición a la guerra entre sus compañeros.
No es la primera expresión de disidencia en el ámbito militar. De hecho, varios generales y almirantes retirados se habían pronunciado abiertamente contra el manejo de la guerra del presidente George W. Bush a lo largo de los últimos meses, al intensificarse el debate nacional sobre el conflicto.
Los dos generales encargados de la guerra recién sustituidos por Bush habían dicho que existía consenso absoluto entre los comandantes en el campo de batalla de Irak de que un incremento del número de tropas no es una solución viable.
Pero también entre los rangos más bajos hay descontento, lo que cada vez se expresa más en público. Se conocen casos de soldados que rehusaron cumplir órdenes en Irak, y de familias de reservistas que enviaron miles de firmas en protesta por los turnos de combate extendidos.
Hay versiones de constantes deserciones, de soldados que han escapado para esconderse en Canadá, y casos de militares que han declarado que no pueden cumplir con órdenes por razones de principios.
Uno de ellos, el teniente del ejército Ehren Watada, quien en menos de un mes enfrentará un juicio militar por rehusarse a ser enviado a Irak, que considera "una guerra ilegal" y que su participación lo obligaría a cometer "crímenes de guerra", ha estado instando al público a expresar su repudio a la política bélica de Bush.
"El pueblo estadunidense tiene el poder para poner un alto a esta guerra", declaró la semana pasada en un foro en una universidad de Seattle. "Los argumentos empleados en mi contra son los mismos que usaron hace 30 años. Vietnam es ahora Irak".