El presidente no quiere tomar una decisión hasta tener claros los calendarios para el envío y sobre todo para la retirada de las nuevas tropas que se desplegarían. Obama no quiere que Afganistán acabe pasándole la factura, fundamentalmente entre las bases demócratas, que se oponen a una mayor escalada militar, y más teniendo en cuenta que según las encuestas la guerra es cada vez más impopular.
La decisión de Obama llega después de que su embajador en Afganistán, Karl Eikenberry, trasladara a Washington su profunda preocupación ante un posible nuevo envío de tropas. La advertencia del exgeneral causó sorpresa en la Casa Blanca, donde hasta ahora había consenso en que el plan debía incluir más soldados. Eikenberry incluso llegó a poner en duda el liderazgo del presidente afgano, Hamid Karzai, en la lucha contra la corrupción.
La decisión de Obama llega después de que su embajador en Afganistán, Karl Eikenberry, trasladara a Washington su profunda preocupación ante un posible nuevo envío de tropas. La advertencia del exgeneral causó sorpresa en la Casa Blanca, donde hasta ahora había consenso en que el plan debía incluir más soldados. Eikenberry incluso llegó a poner en duda el liderazgo del presidente afgano, Hamid Karzai, en la lucha contra la corrupción.
En los últimos días la prensa ha puesto de manifiesto la existencia de dos bandos en torno a la nueva estrategia. Por un lado, el vicepresidente Joe Biden, el presidente de la Comisión de Exteriores del Senado, John Kerry, y el todopoderoso jefe de gabinete, Rahm Emmanuel, se oponen a enviar más tropas para evitar que los estadounidenses sean vistos como una fuerza de ocupación. En el extremo contrario, el secretario de Defensa, Robert Gates, y la jefa de la diplomacia, Hillary Clinton, se alinean más con las tesis del general McChrystal, la máxima autoridad militar en Kabul, quien ha advertido a la Casa Blanca que el éxito de la intervención militar pasa indefectiblemente por enviar refuerzos que se sumen a las 68.000 militares destacados en este momento en Afganistán.
Hace unos días Mijail Gorbachov ofreció su particular consejo a Obama. «No creo que lo que necesiten ahora sean nuevas fuerzas», afirmó el expresidente soviético a la cadena CNN. «El objetivo que debería plantearse es la retirada. Nuestra experiencia debería servirle de algo», añadió. http://www.elperiodico.com/default.asp?idpublicacio_PK=46&idioma=CAS&idnoticia_PK=661514&idseccio_PK=1007
Hace unos días Mijail Gorbachov ofreció su particular consejo a Obama. «No creo que lo que necesiten ahora sean nuevas fuerzas», afirmó el expresidente soviético a la cadena CNN. «El objetivo que debería plantearse es la retirada. Nuestra experiencia debería servirle de algo», añadió. http://www.elperiodico.com/default.asp?idpublicacio_PK=46&idioma=CAS&idnoticia_PK=661514&idseccio_PK=1007
