Otra baja boricua en Irak...continúa la sangría

"esto es lo que nos dejan las guerras a nosotros los pobres, el pueblo, a los que los ricos utilizan para librar sus guerras...ese dolor y miseria..." Josué Candelaria Mejías su hermano
WASHINGTON – El cuerpo del soldado boricua Israel Candelaria Mejías, de 28 años, llegó anoche a la base militar Dover, de Delaware, dos días después de haber perdido la vida en Irak.
Candelaria Mejías puede ser la primera baja boricua de la Guerra de Irak en 2009, en momentos en que el presidente estadounidense, Barack Obama, quien ayer hizo una corta visita a Bagdad, ha prometido terminar con las operaciones de combate en Irak al finalizar el mes de agosto del año próximo. El Pentágono confirmó ayer que Candelaria Mejías, asignado al equipo de combate de la brigada de Infantería 172, participaba el domingo de operaciones de combate por una zona de la capital iraquí cuando una mina hizo explosión muy cerca de él y el impacto le quitó la vida.
Candelaria Mejías es natural de San Lorenzo. Su madre, según fuentes, reside aún en el barrio Espino de ese municipio.
Tanto su madre como su esposa pueden llegar hoy a Puerto Rico procedentes de Alemania. Al parecer, la madre de Candelaria Mejías se encontraba el pasado fin de semana de visita en la casa de su hijo en Alemania, cuyo cadáver debe llegar en las próximas horas a la Isla. Hasta ayer no se conocían otros detalles sobre el militar caído, cuya brigada suele estar acantonada en Grafenwoehr, Alemania.
La llegada del cuerpo de Candelaria Mejías a Dover marcó la segunda ocasión en los últimos 18 años en que se permite a la prensa retratar el féretro de un militar estadounidense al ser recibido en suelo norteamericano.
Hace unas semanas, el Pentágono eliminó la prohibición total que existía para cubrir la llegada de los restos de los soldados caídos en la guerra. Un equipo de ocho miembros de la Vieja Guardia del Ejército, con sede en Washington, subió lentamente la rampa del avión C-17, que tiene su sede en Charleston, Carolina del Sur. El capellán, mayor Klavens Noel, hizo una breve oración y los soldados descendieron por la rampa con el ataúd, que colocaron en la parte posterior de una carroza.
Según la organización Madres contra la Guerra, el total de boricuas caídos en los conflictos bélicos de la llamada guerra estadounidense en contra del terrorismo puede haber alcanzado los 91, la abrumadora mayoría víctimas de la Guerra de Irak.
No está claro cuántos soldados de origen puertorriqueño participan de la Guerra en Irak, pero a finales de febrero el jefe de la Guardia Nacional, el general Antonio Vicens, informó que en el país árabe había alrededor de 35 guardias nacionales de la Isla.
Mientras, la Reserva del Ejército dijo entonces que más de 200 de sus soldados seguían asignados a Irak.
Justo al comenzar 2009, el 1 de enero pasado, murió en Afganistán otro soldado de origen puertorriqueño. Alberto Francesconi, de 21 años, murió en la provincial sureña de Helmand, una de las más volatiles, al pisar una bomba en medio de una emboscada.
Las bajas de la guerra en Irak pueden acercarse ya al millón de personas, la abrumadora mayoría civiles iraquíes. Hay unos 4,266 soldados estadounidenses que han muerto en ese conflicto militar.
Por José A. Delgado / jdelgado@elnuevodía.com
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