Desde octubre han muerto 7.054 civiles
Ana Delicado Palacios/laRepública.es
La ONU ha publicado un informe en el que advierte que "los niveles de violencia alcanzados en muchas partes del país están afectando el derecho a la vida y la integridad personal". En sólo dos meses han muerto violentamente más de siete mil iraquíes, cinco mil de ellos en Bagdad, la mayoría por heridas de bala. Aun cuando en julio y en agosto la cifra había alcanzado las 6.599 muertes, el aumento de violencia en septiembre y en octubre ha hecho que el número de víctimas de estos dos meses no tenga precedentes.
Los informes de la UNAMI (Misión de Asistencia en Iraq de la ONU) denuncian que desde la invasión de Iraq la población civil es aterrorizada por bombas, secuestros, abusos policiales y por las "operaciones militares" que se llevan a cabo. De este modo, la incapacidad de los sistemas judiciales para proteger a la población iraquí convierte cualquier injusticia cometida en un acto impune.
El informe cuestiona las lealtades sectarias y la eficacia de los 300.000 soldados de las fuerzas de seguridad iraquíes, que han sido formados por Estados Unidos. "Los oficiales y las fuerzas están acusadas de barbarie, maltrato, extorsión y robo", señala el documento de la UNAMI. La eficacia de la policía en Iraq es también socavada por el absentismo, como en Kirkuk, donde la mitad de los 5.000 policías y los 13.000 soldados iraquíes han abandonado sus puestos.
El documento advierte de que la falta de libertad de expresión y la degradación de la mujer siguen siendo constantes. Todo un sector profesional de la sociedad iraquí, donde se encuentran profesores, periodistas, abogados y doctores, no tienen posibilidad de alzar la voz contra las arbitrariedades continuas, y debido a la escalada de violencia, muchas escuelas y universidades han cerrado sus puertas.
Los periodistas son uno de los grupos más perseguidos. Algunas estaciones de televisión ha sido bombardeadas y muchos periodistas han recibido amenazas o bien han sido asesinados desde el comienzo de la invasión. La censura llega desde el mismo gobierno iraquí, que al principio de septiembre cerró el canal de televisión Al-Arabiya "por incitar a la violencia sectaria y por informar sin profesionalidad". El alcalde de Basra también ha sido denunciado por amenazar a periodistas en caso de que "transmitieran una falsa imagen" de lo que ocurriera en la ciudad.
Esta situación, junto con el incremento de la pobreza y la discriminación de minorías religiosas, ha obligado ya a casi millón y medio de personas a huir de su país desde 2003, más de 100.000 sólo en el mes pasado. Aunque el número de arrestados ha descendido con respecto a agosto, cuando se detuvieron más de 35.000 personas, el número de detenidos hasta octubre sigue siendo escandaloso (casi 30.000 personas).
Mención especial reciben en el informe los refugiados palestinos, que son víctimas de abusos o amenazas constantes. El informe de la UNAMI indica que muchos de ellos no pueden salir de Iraq, porque los documentos que poseen, ya sea el documento de viaje iraquí o el pasaporte palestino, no son aceptados en los países vecinos.
En este informe bimestral, que se realiza según las cifras que facilita el Ministerio de Salud y del depósito de cadáveres de la capital, la UNAMI ha pedido al gobierno iraquí que se esfuerce para que las leyes sean respetadas, y es por ello que ha mostrado su apoyo a la creación de una Oficina de Derechos Humanos y a una serie de legislaciones que han sido recientemente aprobadas en el país.