...LA GUERRA ES LA ANTITESIS DE LA PAZ Y NOSOTRAS LUCHAMOS POR LA PAZ...

5 de noviembre de 2012

Denunciamos que Obama va a enviar entre 30.000 y 35.000 soldados más a Afganistán, a pesar de que mueren como moscas en suelo afgano

 Ocho años después de que Estados Unidos invadiera el país y derrocara a los talibanes por refugiar a Osama Ben Laden y a su red Al Qaeda, tras los atentados del 11 de septiembre de 2001, Obama también tiene pensado presentar una estrategia de salida.

El propio oficialismo demócrata ya está poniendo condiciones -si es que no oponiéndose- a una mayor participación en una guerra cada vez más comparada con la de Vietnam, que terminó con una indigna derrota y signó la presidencia de otro demócrata, Lyndon B. Johnson, 40 años atrás.

Los sondeos muestran, además, que la opinión pública tiene una visión crecientemente negativa del conflicto, que costó al país cientos de bajas militares y onerosos recursos justo en un período de dificultades económicas con pocos precedentes.

Cuando Obama llegó a la Casa Blanca , en enero, en Afganistán había 35.000 soldados estadounidenses combatiendo a los talibanes, que en los últimos tres años se reagruparon y hoy controlan extensas zonas del país.

Luego de un refuerzo inicial en febrero, la cifra de efectivos actual es de 68.000, por lo que se espera que, con su anuncio, Obama triplique el número de soldados de su país en Afganistán.

Unos 42.000 militares de varias naciones, bajo mando de la OTAN , completan el contingente de tropas extranjeras en suelo afgano.

El vocero de la Casa Blanca , Robert Gibbs, dijo que Obama mantuvo un encuentro no anunciado con miembros de sus consejo de guerra en el Salón Oval, informó la cadena CNN.

El portavoz agregó que Obama habló por video conferencia con el comandante de las fuerzas en Afganistán, general Stanley McChrystal, y con el embajador en Kabul, Karl Eikenberry, y tuvo también contactos con su pares francés, Nicolas Sarkozy, y ruso, Dimitry Medvedev, y con el premier británico, Gordon Brown.

El ex presidente George W. Bush, predecesor de Obama e iniciador de la guerra, enfrentó gran resistencia cuando envió 20.000 soldados más a Irak en 2007, y aunque se atribuyó a la medida el haber mejorado la seguridad en el país, Obama afronta hoy objeciones muy similares.

El corriente año fue el más letal para las fuerzas extranjeras en Afganistán. Más de 900 soldados estadounidenses murieron desde el inicio del conflicto, y el mes pasado fue el más mortífero de toda la guerra para las fuerzas norteamericanas, con 74 bajas.

Además de la cifra de víctimas, las guerras en Afganistán e Irak costaron ya 768.800 millones de dólares, y para fines del corriente año fiscal (octubre de 2010) el costo se aproximará al billón de dólares, según estimaciones del Congreso.

El envío de refuerzos acumulará presión sobre un ejército ya recargado y agravará el enorme déficit fiscal de Estados Unidos, por lo que los aliados demócratas de Obama temen que los costos de la guerra releguen proyectos domésticos vitales, según analistas.
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(Jackemate.com) 3 de noviembre de 2012