...LA GUERRA ES LA ANTITESIS DE LA PAZ Y NOSOTRAS LUCHAMOS POR LA PAZ...

16 de marzo de 2006

Conf. de Prensa: El silencio es cómplice. ¡A piquetear frente a la Guardia Nacional!


(San Juan, Puerto Rico) A tenor con el tercer aniversario de la invasión a Irak en marzo, Madres Contra la Guerra hace estas denuncias, con el propósito de alertar a los militares, a sus familiares, y a los jóvenes en edad militar que la única opción viable es la resisteicia al militarismo, dado el horror que viven y han vivido nuestros familiares.

Sabemos que el servicio militar obligatorio es un hecho para nuestros familiares militares; a los soldados inactivos (Individual Ready Reserve) se les está convocando a reportarse desde enero de 2004, cuando Allan Rumsfeld, el Secretario de Defensa, así lo estableció. Hasta diciembre del 2005, se había llamado a 7,380 soldados. De éstos, alrededor de 500 han ignorado las órdenes y 3,521 han solicitado exenciones. Las mismas pueden ser solicitadas por razones de salud, familiar o escolar. El ejército va a seguir llamandoles hasta conseguir un total de 5600 soldados activos que necesita. El total de soldados inactivos es de 114,000.

Además, la milicia puso en rigor el stop loss en noviembre de 2002. Esto significa que a los soldados se les puede extender indefinidamente la estadía en la milicia, irrespectivamente de lo que diga su contrato, pues en tiempos de guerra, el Pentágono puede extenderlo indefinidamente. A alrededor de 56 mil soldados se les ha extendido su contrato para enviarlos nuevamente a Irak o Afganistán.

Durante la Primera Guerra en el Golfo Pérsico, 350 toneladas de uranio fueron esparcidas como armas químicas por las fuerzas de ocupación de George Bush, padre. El uranio se exparció por toda la región, las tormentas de arena se han encargado de ello. El Dr. Doug Rokke, quien está gravemente enfermo, físico del pentágono a cargo de las armas químicas en esa primera ocupación en Irak así lo confirma: los daños fisiológicos y psicológicos por exposición de nuestros hijos a la contaminación por uranio reducido en Irak son inconmensurables. Entre ellos, daño neurológico permanente, diabetes tipo dos, gastritis, erupciones en la piel, distrofia muscular, dolores de cabeza, problemas intestinales y niños deformes hijos e hijas de soldados iraquíes y norteamericanos. Actualmente se usa el uranio en las balas para derretir tanques. Desde la perspectiva psicológica cabe destacar que 56,000 matrimonios se han disuelto al regreso de Irak y que el Síndrome Post Traumático del Estrés les afecta en todos los órdenes.

Hoy presentamos ante su consideración el testimonio de la Mayor Eva Torres Colón, enfermera de combate quien estuvo en esa primera ocupación a Irak y estuvo expuesta al uranio. Esperamos que sus palabras aporten a aumentar la resistencia al militarismo y a evitar que otras familias sufran lo que nosotras hemos sufrido.

Madres Contra la Guerra, junto a diversas organizaciones del pueblo puertorriqueño exhortamos a que se unan en nuestra denuncia a esta ocupación. Por tercer año consecutivo tendremos una manifestación frente a las instalaciones de la Guardia Nacional, de la Avenida Roosevelt en Hato Rey el sábado 18 de marzo de 11:00am a 1:00pm. El silencio es cómplice, el mundo entero estará protestando la guerra.

Sonia Santiago Hernández, portavoz: 787- 438-5670

**Como nota al calce queremos aclarar que en la Conferencia que se celebró el día de hoy en el Colegio de Abogados participó Madres Contra la Guerra, El Frente Socialista, El PIP, El Partido Nacionalista Puertorriqueño y la Federación de Maestros de Puerto Rico.