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Rosa Elia Rivera Díaz / Especial para El Nuevo Día
Denunciando los cinco años de la guerra en Irak, la organización pacifista Madres Contra la Guerra realizó ayer una manifestación frente a las instalaciones de la Guardia Nacional en la avenida Roosevelt, convocando el fin de la guerra y el regreso de los soldados boricuas.
Durante la actividad, se ofrecieron en tarima testimonios como el de Carmen Hernández, quién habló en memoria de su hijo, Francisco Martínez, fallecido en combate el 20 de marzo de 2005 a los 20 años.
"Recomiendo a los jóvenes que busquen otras alternativas. Mi hijo buscaba beneficios y nunca los pudo gozar", afirmó Carmen, acompañada de su otro hijo, Jean Ray, de 11 años, quien no pudo contener las lágrimas mientras su madre hablaba en tarima.
También habló en público Luz Rivera, hermana de Carlos Rivera, de 36 años quien ha contraído nueve enfermedades mientras estuvo como militar. Para Sonia Santiago, dirigente de la organización, muchas de estas enfermedades tienen que ver con la utilización de uranio reducido en el armamento.
En el encuentro también estuvieron presentes la senadora del Partido Independentista Puertorriqueño, María de Lourdes Santiago; el aspirante a la alcaldía de San Juan por dicho partido, Luis Roberto Piñero, y representantes de grupos religiosos como el Concilio de Iglesias de Puerto Rico.
