Soldados suicidas
lunes, 25 de mayo de 2009
Bárbara J. Figueroa Rosa / Primera Hora
"Mami, ayúdame... el Army no me quiso"
Ésas fueron las últimas palabras que doña Raquel Ramos escuchó decir a su único hijo mientras observaba, impotente, cómo se privaba de la vida ahorcándose de un árbol de flamboyán que había en el patio de su casa en Añasco, luego que el soldado le manifestara su frustración tras haber sido rechazado a participar en la actual guerra de Estados Unidos en el Oriente Medio.
La mujer trató de socorrerlo, pero fue inútil. Según relató a Primera Hora, esa tarde del pasado 11 de enero, Antonio Cordero Ramos se pasó el día llorando y desesperado porque había sido rechazado por cuarta ocasión por la Reserva del Ejército para participar en el escenario de guerra en Irak o Afganistán, un acto que, según su madre, veía como "heroico un gran sueño".
Tras seis meses de entrenamiento básico en una base militar en Kentucky, el joven de 30 años llegó con una maleta llena de ilusiones, pues refugiaba en el servicio militar sus anhelos de poder sustentar económicamente a su madre incapacitada y a sus dos hijos, de tres y seis años.
"Él veía en el Army una oportunidad de servirle a la patria, de hacerse un hombre de bien y de ayudarnos a mí y a sus dos nenes. Pero no sé lo que pasó porque cada vez que salía de aquí con sus maletas para irse a la guerra regresaba frustrado porque no lo enviaban...hasta que pasó lo que pasó", expresó desconsolada sobre la fatídica decisión de su vástago.
Irónicamente, Cordero Ramos murió deseoso de participar en el combate bélico que en el 2008 provocó que por lo menos 260 soldados se suicidaran agobiados por el trauma psicológico que les causó su participación en la batalla. Aun así todos son víctimas de la milicia.
"Muchos se han muerto por ir a la guerra y mi hijo murió humillado por querer ir a la guerra. Lo peor es que los militares no han reconocido esa valentía y ni siquiera una lápida le dieron", dijo doña Raquel sobre su hijo, quien fue enterrado con honores militares, y de forma provisional, en una tumba que un amigo le prestó en lo que se resuelve el estatus militar del hombre que aún no ha sido registrado por el Pentágono como soldado fallecido.
epidemia de violenciaAun cuando Cordero Ramos no figura entre las estadísticas de soldados muertos en los registros de la milicia, hoy su nombre será honrado durante la celebración del Día de la Recordación por parte de Madres contra la guerra, organización que este año exhorta a la ciudadanía a elevar una oración a nombre de los soldados boricuas que se han suicidado en circunstancias relacionadas con el servicio militar.
Aunque la convicción del grupo es que son muchos más los soldados boricuas que se han suicidado, hasta el momento los militares identificados por la organización son Alexis Soto Ramírez, Walter Padilla Sierra, Antonio Cordero Ramos y Nokware Rosado Muñoz.
"Ellos han sido víctimas de la epidemia de violencia que hay entre los militares estadounidenses porque el suicidio constituye la máxima expresión de ella, la que se autoinflige", reflexionó Sonia Santiago, portavoz de Madres contra la Guerra. Dijo que la memoria de los cuatro soldados se honrará a través de un "recogimiento espiritual" que llevarán a cabo varias madres en diversas actividades que se realizarán hoy en varios puntos de la Isla.
madres huérfanas de hijosDe otra parte, lamentó que los muchachos vean su ingreso a la milicia como una oportunidad de crecimiento profesional o bienestar económico, cuando en realidad están entregando su alma, y la de sus madres, a la violencia.
"Nuestros soldados están siendo enseñados desde su entrenamiento básico a remitirse a actuar con violencia como un modo de resolver conflictos, muchas veces escudados en la frase de que lo hacen en defensa de la patria. Sin embargo, lo que está pasando realmente es que están trastornando y contaminando el alma de ese militar y mientras tanto somos las madres las que estamos quedando huérfanas de nuestros hijos, quienes están muriendo o suicidándose a causa de ese caos espiritual", denunció Santiago, quien durante años está haciendo un llamado a la resistencia "porque la maternidad es vida y la guerra es el antítesis de la maternidad".
Igual repulsión reflejó en aquellos casos en que los efectivos del Ejército son obligados a regresar a la guerra, luego de haber sido activados durante el combate.
"A la milicia no le importa si ese militar llegó enfermo física o mentalmente. Necesitan cuerpos para cumplir con las asignaciones militares y se los llevan así, creando en ellos esa sensación de desesperanza", reclamó.
A los militares y sus familiares los exhortó a hacer valer sus derechos, pues "acogerse a la solicitud de objeción por conciencia es legal y reconocido en el reglamento militar".
"Existen más de 300 condiciones médicas que posibilitarían un licenciamiento", advirtió a quien pueden contactar a través de
www.madrescontralaguerra.blogspot.comhttp://www.primerahora.com/diario/noticia/otras_panorama/noticias/soldados_suicidas/301421http://www.primerahora.com/diario/noticia/otras_panorama/noticias/vital_el_tratamiento_psiquiatrico/301422