Un 40 por ciento de las discapacidades que tienen los militares que regresan Irak y Afganistán es el daño traumático cerebral, denunció hoy Madres contra la Guerra y la Asociación Americana de Juristas, capítulo de Puerto Rico, al cumplirse ayer el séptimo aniversario de la invasión de Estados Unidos y sus aliados a Irak.
Los síntomas de ese daño semejan el de un derrame cerebral, dijo Sonia Santiago Hernández, portavoz de Madres Contra la Guerra, quien denunció que en Puerto Rico no hay el tratamiento médico especializado que requiere esa condición.
Sostuvo que el militar tiene que pagar su traslado a un hospital en Estados Unidos, lo que no informan los reclutadores.
Santiago Hernández señaló que otra condición particular de los militares que han participado en las invasiones a Irak y Afganistán son la osteoporosis, la osteoartritis y los problemas musculo esqueletales, como discos herniados, producto de la administración de la vacuna contra el ántrax sin haberse seguido el protocolo médico.
Además, indicó que abundan los divorcios, los suicidios, el Síndrome Post Traumático del Estrés, el desasosiego, la angustia, la culpa y los cargos de conciencia al ver que tu participación en las guerras trae mutilaciones, terror y muerte a la población civil.
Comentó que el 19 de marzo marcó el séptimo aniversario de la invasión a Irak, que unida a la ocupación en Afganistán ha costado la vida a más de 1 millón trescientos mil civiles; 101 militares boricuas y más de 5.000 estadounidenses. El costo humano incluye también a miles de heridos física y emocionalmente; el saqueo de museos; la destrucción de escuelas, bibliotecas, universidades; la migración de más de tres millones de seres humanos que huyen de las guerras, la desarticulación de redes familiares y humanitarias y el gasto de más de tres mil millones de dólares".
En ese sentido, Madres Contra la Guerra, el capítulo de Puerto Rico de la Asociación Americana de Juristas y otras organizaciones reiteraron su compromiso con la paz, denunciando los centros de reclutamiento militar en la isla, los que califican como mercaderes de la muerte.
"A los jóvenes y trabajadores desplazados les advertimos que el desempleo, la pobreza y las aspiraciones legítimas de mejoramiento personal y familiar son el caldo de cultivo de los reclutadores. El presupuesto anual es de 3 mil millones de dólares para estos centros de reclutamiento, mientras los servicios y la calidad de tratamiento médico a los militares y veteranos escasean y son de pobre calidad", destacaron.
Afirmó que a los reclutadores "le pagan por llevarte al matadero. A ellos les dicen que si no cumplen con su cuota de reclutamiento, se exponen a ir al frente de guerra".
"Son muchas las artimañas de las que se valen los reclutadores para engañar a nuestra juventud: desde la promesa de un bono que es prorrateado y tributado, hasta llevar a muchachos humildes de 18-19 años a un hotel de lujo un fin de semana a jugar los vídeo juegos de la muerte, a disfrutar de la comida y de la piscina del hotel para entonces el domingo firmar el contrato militar", manifestó la portavoz de Madres Contra la Guerra.
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