Muertos 847 soldados de EEUU en lo que va de 2007TeleSUR/Prensa Web YVKE
Martes, 6 de Nov de 2007. 11:07 am
El año 2007 se apresta a ser el más sangriento para las tropas estadounidenses en Irak, desde que comenzó la guerra tras la invasión de Estados Unidos al país árabe, en marzo de 2003. Según cifras de la televisora ABC, hasta el momento ya han caído 847 soldados estadounidenses en el Irak invadido.
Tres muertes más y el año que aún sigue vigente se convertirá en el que más bajas de marines norteamericanos haya tenido. Y es que, según la televisora, hasta la fecha 2004 había sido el peor año para los soldados estadounidenses, con la muerte de 850 militares.
Ahora, y cuando todavía falta poco menos de dos largos meses, en los que cualquier cosa puede pasar en un Irak repleto de violencia y con una resistencia cada vez menos dispuesta a aceptar a los invasores, todo parece indicar que este año que llega a su fin se convertirá en el que reporte el mayor número de bajas estadounidenses.
Pese a ello, el gobierno de EEUU insiste, pese a las presiones, no sólo en mantener a los soldados desplegados en Irak, sino en enviar más y más tropas a combatir en un Irak cada vez más violento.
Como parte de la nueva estrategia bélica de Washington, diversas unidades fueron desplegadas en zonas consideradas bastiones de la resistencia y de las milicia chiítas en Bagdad y sus alrededores, lo cual incrementó las bajas. Según comentó el mayor Winfield Danielson, vocero del Pentágono, la decisión de sacar a más militares de las bases castrenses ubicadas en Irak y enviarlas a zonas conflictivas deja más expuestos a los militares.
Desde el comienzo de la invasión a Irak, en marzo de 2003, han muerto 3 mil 849 militares norteamericanos, según cifras oficiales.
Tras cuatro años de invasión, EEUU no ha logrado cumplir ni uno sólo de los objetivos planteados cuando se dispuso invadir Irak. La existencia de armas de destrucción masiva y el vínculo del ejecutado ex presidente de Irak, Saddam Hussein, con los atentados del 11 de septiembre, no se demostraron nunca, echando por tierra los argumentos de Washington para la invasión.
Ante este panorama, la Casa Blanca cambió una vez más su discurso y aseguró, y asegura, que su estadía en Irak busca vencer al "terrorismo internacional" y controlar la violencia desatada, irónicamente con su llegada a este país medioriental.
Sin embargo, en cuatro años y ocho meses no han podido contener la violencia de una resistencia que se niega a sucumbir ante la invasión, y los coches-bomba siguen estallando en las principales ciudades y barrios del país, especialmente en Bagdad.
Del otro lado del conflicto, más de 3 mil 849 familias estadounidenses han perdido a sus hijos, y han protagonizado innumerables e ignoradas protestas para exigir la retirada de las tropas de Irak.
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