CARTA POR LA PAZ, de Ernesto Sábato
Ustedes saben, han tenido que aprender cómo el poder gana, cómo los hombres matan por poder. Han tenido que aprender, lo ven por televisión, la atrocidad de los bombardeos, de las masacres, de la miseria, del horror que trae la guerra a quienes la padecen. Saben también que otros chicos como ustedes verán morir de dolor a sus padres, a sus hermanitos.Pero eso no importa al poder. También saben que millones y millones de hombres y mujeres han manifestado por las calles del mundo su deseo de paz, su oposición a esta guerra. Y eso tampoco parece haber importado al poder.
Entonces, ante la gravedad de la situación en que vivimos, vengo a testimoniarles que habremos de permanecer en la decisión de no aceptar la guerra, de no resignarnos a ella.Hay que mantener, queridos chicos, encendida en el alma la llama de este dolor de humanidad, y ser fiel. Si esta determinación permanece, será inquebrantable.
Podrán hacer la guerra, pero han de saber que son asesinos, que así los llamarán los chicos de todo el mundo.
En medio de esta tremenda situación, cada hombre y cada mujer, ustedes también, chicos, están llamados a encarnar un compromiso ético, que los lleve a expresar el desgarro de miles y miles de personas, cuyas vidas están siendo reducidas a silencio a través de las armas, la violencia y la exclusión.
Se ha hecho evidente que quienes detentan el poder toman decisiones ajenas al sentir de la humanidad, guerras atroces que sostienen los países poderosos contra pueblos desamparados, bajo la siniestra ironía de resguardar a la humanidad.
Frente a estos hechos, frente a la violencia y a la muerte de nuestros hermanos, hemos de resistir para resguardar ese absoluto don de la vida y los valores ya no se canjean, alcanzando así la medida de la grandeza humana".