Madres contra la Guerra Sonia Santiago, portavoz 787-619-5175 madrescontralaguerra@gmail.com
Comunicado- San Juan, Puerto Rico 10 de septiembre de 2014
Familiares del marino de guerra puertorriqueño Orlando Rivera González, acusado de asesinar a la Sra. Carmen Delgado Rivera y al Sr. Pablo Martínez, exigen que se les ofrezcan los servicios de salud que ameritan y necesitan los veteranos y que se les entregue copia de su expediente médico. Nuestro sincero pésame a las víctimas.
La depresión y el Trastorno de Estrés Post-traumático son los problemas de salud mental más comunes que enfrentan los veteranos. De acuerdo con el testimonio de los familiares de Orlando , los síntomas de esos diagnósticos son evidentes en su comportamiento. Nos dice doña Olga González, su señora madre : "El hijo que regresó no es el mismo que se fue a la guerra". Sufría Insomnio, irritabilidad, ansiedad, depresión, recuerdos recurrentes e inesperados de la guerra, pesadillas sobre lo vivido, comportamiento observado como si se transportara en el tiempo y en el espacio a lo vivido allá en respuesta a todo lo que le recuerda el escenario de guerra. Se mostraba hiperalerta e hipervigilante a todo lo que sucedía a su alrededor, nervioso. Se observaba además una necesidad de evitar todo lo relacionado a la guerra. Evasivo, anti-social, no quería participar de actividades sociales o familiares. Un promedio de 22 veteranos se suicidan cada día. Orlando ha intentado suicidarse en dos ocasiones, automutilándose muchas veces...
Los familiares recurrieron al tribunal para hospitalizar a Orlando en dos ocasiones en hospitales psiquiátricos privados porque el hospital de Veteranos NO tenía camas. Escasamente disponen de 30 tristes camas psiquiátricas para atender las necesidades de más de 200,000 veteranos de Puerto Rico e Islas Vírgines. Adicionalmente, no se le brindó el tratamiento ambulatorio que su condición requiere, ni terapia familiar. La familia exige que la administración del Hospital de Veteranos les entregue copia de su expediente médico para usarlo en su defensa, cosa que han solicitado, pero no ha ocurrido.
Las Madres contra la Guerra exigimos que se les de tratamiento de hospitalización parcial- servicios diurnos, diariamente, donde los veteranos puedan recibir servicios especializados en salud mental: terapia familiar, de grupo, terapia medicamentosa, programas rehabilitativos y deportivos en varias regiones de Puerto Rico, no solamente en Río Piedras. No es para menos. Hay muchos veteranos con condiciones potencialmente peligrosas que pueden ser prevenidas con un tratamiento efectivo. Se han gastado sobre $ 817 mil millones en las guerras de Irak y Afganistán, solamente $300 millones en los hospitales de veteranos en los pasados 4 años.
El Departamento de Defensa admite que 1 de cada 3 veteranos sufre de trastorno de estrés postraumático después de servir en Irak o Afganistán (o ambos). La cifra es dos veces mayor para aquellos hombres y mujeres que sirvieron dos giras, que constituye aproximadamente el 40 por ciento de todas las tropas estadounidenses; incluyendo a Orlando , quien tuvo dos incursiones bélicas en Afganistán (2010-2011 y 2011-2012), como infantero. En la segunda incursión , tuvo la triste tarea de recoger soldados caídos, incluyendo cargar un torso humano desangrado, sin extremidades.
Entre el 2002 y 2014, 1.8 millones de hombres y mujeres dejaron el servicio activo y se convirtieron en veteranos. El 5.3 por ciento de los soldados desarrollan problemas mentales dentro de los primeros 3 a 4 meses de estar en casa.
Se estima que un 20 por ciento de los veteranos que regresan de Irak y Afganistán beben en exceso o usan drogas una vez que regresan a casa, automedicándose.
Entre 10 y 20 por ciento de los veteranos de Irak y Afganistán han sufrido una lesión cerebral traumática (TBI). Las posibles consecuencias de esta lesión interna incluyen ira, pensamientos suicidas y cambios en la personalidad.
Porque la maternidad es vida y la guerra es muerte, luchamos por la paz.
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