San Juan, 7 de abril de 2013 Sonia Santiago Hernández, portavoz
Las Madres contra la Guerra lamentamos profundamente el fallecimiento del joven Wilbert Alexander Robles Santa, natural de Humacao, quien falleciera en Afganistán el pasado 6 de abril. Nuestro más profundo y sincero pésame a todos sus seres queridos. Reconocemos que Wilbert Alexander, como tantos excelentes jóvenes, siguen un sueño que se convierte en la peor pesadilla, al perder la vida en suelo afgano.
Cabe destacar que esta guerra no ha culminado, que está en su peor momento, que las emboscadas son la orden del día; que los talibanes están ganando esta guerra. Que esta guerra ha costado la muerte de 2,198 militares estadounidenses, 250,000 civiles afganos. Han muerto 121 boricuas en la llamada guerra contra el terrorismo. Que con sus doce años esta guerra es la más larga de la historia de Estados Unidos . Que ha costado al menos tres trillones de dólares y está totalmente desacreditada. Pero aún así, la admisnistración del Presidente Barack Obama sigue el mismo curso de guerra del pasado presidente George W. Bush al decir que se va a extender al menos hasta el 2014.
¿Y por qué? Porque la industria del complejo militar industrial es sumamente rico y poderoso, se lucran del negocio de las guerras a costa de la salud y de la vida de nuestros familiares militares y las del pueblo afgano. Sabemos que los yacimientos de gas natural y de minerales en Afganistán son sumamente ricos. Y don dinero impera. Los "lores del opio", quienes rigen en Afganistán, en palabras de la valiente legisladora afgana Malalay Joya, son corruptos, pero aliados del gran capital.
Que la sangre derramada por Wilbert Alexander sea semilla de paz. A la juventud boricua le hacemos un llamado para que recapaciten antes de firmar un contrato militar. A los militares les exhortamos a acogerse a la objeción por conciencia. Porque la maternidad es vida y la guerra en muerte, luchamos por la paz.