El Pentágono acaba de publicar algunas cifras espeluznantes de la situación de los militares a su regreso de las guerras.

La tasa de suicidio entre militares en el Ejército fue de cerca de 24
por cada 100,000 en el 2011, comparado con la tasa de 19 por cada
100,000 entre civiles. Si lo comparamos con militares que han estado
en Irak y Afganistán la tasa sube a 38 por 100,000, informa el
Ejército .
El número de casos reportados de violencia doméstica aumentó casi un
50%: de 4,827 en 2008 a 7,228 en el 2011. El abuso sexual también ha
aumentado en un 32% desde 2006. El maltrato a menores subió un 62%,
de 3,172 en 2008 a to 5,149 en el 2011.
•Se identificaron más de 15,000 casos de "Daño Traumático Cerebral"
por el Army en 2010, cinco veces más que los diagnosticados en el
2000. Esta es una enfermedad que ocurre cuando el militar sobrevive
una fuerte explosión y la masa encefálica vibra dentro del cráneo. Sus
síntomas se parece a un derrame cerebral. No hay sala de trauma en el
Hospital de Veteranos en Puerto Rico, por lo que los militares
boricuas que lo padecen se han de trasladar a un hospital en EEUU,
sugragando el viaje de su propio pecunio. Las Madres contra la Guerra
hemos apoyamos a algunas de estas familias.
• El Ejército calcula que hay medio millón de militares que padecen
del Síndrome de estrés post traumático. Se identificaron 11,000 nuevos
casos en el 2010, 15 veces más que en el 2003.
Como psicóloga, pienso que estas cifras reflejan mucho desasosiego,
inestabilidad, pobre control de impulsos y desesperanza entre los
militares por su experiencia bélica: la angustia espiritual , mezcla
de sentimientos de culpa, de coraje y de impotencia les va a durar
toda la vida. Hay que trabajarlo.No es una muela que se pueda
extraer. Nos toca a las familias militares exigir que ellos y ellas
reciban el tratamiento que necesitan y merecen. Porque la maternidad
es vida, luchamos por la paz.