Por Daniel Rivera Vargas / drivera2@elnuevodia.com
"Ahí hay más casos... es que los amapuchan".
Así describió Mayra Isabel Meléndez Morales los abusos que según ella ocurren tras las paredes de Fort Buchanan, la principal instalación militar de Estados Unidos en Puerto Rico, y blanco de al menos seis demandas federales radicadas entre el 2006 y el 2008.
En una búsqueda en el expediente electrónico federal, El Nuevo Día encontró demandas de hostigamiento sexual, como la de Meléndez, o de discrimen racial, en la que se alega que tildaba de vagos y poco educados a los puertorriqueños.
En las seis demandas le piden a la corte federal de Puerto Rico que ordene a funcionarios del Ejército de Estados Unidos que pague daños a las víctimas ascendentes a $6 millones, sin incluir otras compensaciones reclamadas.
La Oficina de Información Pública del Fuerte Buchanan declinó reaccionar.
Triste experiencia
El relato de Meléndez, quien demanda por hostigamiento sexual, es casi de pesadilla.
"Ahí están pasando un montón de cosas malas. Los jefes, como tienen poder y autoridad, están abusando", indicó.
Relató que llegó en el 2004 a Fort Buchanan, en Guaynabo, buscando trabajo para la lavandería. En esa visita se percató del gimnasio y preguntó si podía dar clases de yoga, propuesta que le fue aceptada en el 2006. En 2007 logra su permanencia y es en ese periodo en el que denunció sufrir hostigamiento.
Según Meléndez, el supervisor del gimnasio de la instalación militar trató de besarla, la invitaba a beber licor, le hacía comentarios sobre su cuerpo, y le llegó a agarrar sus partes íntimas.
"La próxima vez que estés en un hotel, déjame saber. Hoteles son mejor que moteles", supuestamente le comentó alguna vez el supervisor a Meléndez.
"Yo hice un 'split' en un ejercicio de yoga y (el supervisor) le dijo a una clienta 'ese es el tipo de mujer que necesito para mis fantasías'. Y me lo dijo a mí después", recordó.
Finalmente Meléndez renunció. El Departamento del Trabajo de Puerto Rico determinó que la mujer "tenía razones justificadas para abandonar su empleo".
Durante la entrevista Meléndez, quien en un momento dado se echó a llorar, entregó a El Nuevo Día evidencia de una orden de arresto emitida contra su supuesto hostigador, documentos médicos de que trató de suicidarse 15 veces, y evidencia de que estuvo internada 11 días en un hospital siquiátrico por ansiedad, depresión, abuso ataques de pánico y 'stress' post traumático, entre otros.
Otras demandas
En enero de 2008, Jorge Bures Valiente demandó por $500,000 por discrimen racial en particular por las expresiones de un director estadounidense del Directorado de Moral, Bienestar y Recreación. En la demanda imputan que se hicieron expresiones de que los puertorriqueños "no son educados y tratan de enriquecerse del aire", que las mujeres puertorriqueñas "solo son buenas para tener hijos y no tienen cerebro" y que los nacidos en esta Isla son "vagos". El pleito sigue vivo.
En marzo de 2008, Eva J. Cabañas demandó porque la misma persona de la primera demanda "creó un ambiente hostil de trabajo". El pleito está pendiente.