...LA GUERRA ES LA ANTITESIS DE LA PAZ Y NOSOTRAS LUCHAMOS POR LA PAZ...

27 de septiembre de 2007

Macabra confesión sobre crimen de guerra

BAGDAD — Un soldado estadounidense declaró hoy que le ordenaron dispararle a un iraquí desarmado, y que cuando lo hizo, su sargento se rió y le ordenó rematar al iraquí mientras el hombre herido se convulsionaba en el piso.

El sargento Evan Vela rompió en llanto al declarar en la corte marcial del soldado raso Jorge G. Sandoval, de Laredo, Texas. Sandoval enfrenta un juicio por presuntamente matar iraquíes e intentar ocultar las muertes plantando armas en el lugar.
 
Vela dijo que Sandoval, que se encontraba cerca de allí proporcionando seguridad, no estuvo presente durante el homicidio cometido el 11 de mayo cerca de Iskandariya, una ciudad de mayoría suní ubicada a unas 30 millas al sur de Bagdad.
 

Sandoval se ha declarado inocente de cinco cargos, incluyendo el asesinato el 27 de abril de un segundo iraquí no identificado y de haber colocado alambre para detonaciones sobre su cuerpo.

Los fiscales argumentan que el caso del 11 de mayo consistió en el asesinato de un iraquí con una pistola de nueve milímetros, colocar un fusil de asalto AK-47 junto a su cadáver y no asegurarse que un detenido, la víctima, recibiera tratamiento que respetara sus derechos humanos.

Vela dijo que el sargento primero Michael Hensley le ordenó disparar al hombre, aunque éste estaba desarmado y tenía los brazos en alto cuando se acercó a los soldados.

"(Hensley) me preguntó si estaba listo. Yo tenía la pistola desenfundada. Escuché la palabra 'dispara'. No recuerdo haber jalado el gatillo. Me llevó un segundo percatarme que el disparo salió de la pistola en mi mano", afirmó, llorando y en tono de voz apenas audible.

Vela dijo que, mientras el iraquí se convulsionaba en el piso, "Hensley se rió por ello, pateó al tipo en la garganta y dijo 'dispara otra vez"'.

"Después de que él (el iraquí) fue baleado, el sargento Hensley sacó un AK-47 de su mochila y dijo: 'Esto es lo que vamos a decir que sucedió"', señaló Vela. Se le pidió que dejara el estrado de los testigos para que se enjugara las lágrimas.

Sandoval enfrenta cargos de homicidio con premeditación, colocar armas falsamente junto a restos de iraquíes y obstruir la justicia. Si es declarado culpable podría ser condenado a cadena perpetua.

Tanto Vela como Hensley también enfrentan cargos en el caso.

Por: AP

24 de septiembre de 2007

Becoming an American Citizen, the Hardest Way

Este joven perdió su vida tratando de ser ciudadano de EU, qué pérdida.
http://bibdaily.com/pdfs/Becoming%20an%20American%20Citizen,%20the%20Hardest%20Way%20-%20New%20York%20Times.pdf
September 18, 2007
NYC
Becoming an American Citizen, the Hardest Way
By CLYDE HABERMAN
On an August day when some Iraqi’s homemade bomb tore through him, Cpl. Juan Mariel Alcántara became
an American. He never got to appreciate the honor.
A little-discussed detail of this war is that some of those fighting in it as soldiers of the United States are not
American citizens. Over all, about 21,000 noncitizens are serving in this country’s armed forces, the Defense
Department says.
Until death claimed him on Aug. 6, one of them was Corporal Alcántara of the United States Army.
He did not live long enough to acquire a richly textured biography. He was born in the Dominican Republic,
reared in Washington Heights. He was 22 when the bomb — an improvised explosive device, in
military-speak — ended his life and the lives of three fellow soldiers from the Second Infantry Division while
they searched a house in Baquba, north of Baghdad.

21 de septiembre de 2007

MADRES CONTRA LA GUERRA EN EL DIA DE LA PAZ ANTE 300 ESTUDIANTES

Las Madres se activan en el Día Internacional de la Paz
visitando la Vocacional de San Sebastián con mensaje anti-bélico.


Las Madres Repudian la Guerra y las Mentiras de Bush

Entrevista del 13 de sept. 2007, en donde las madres desenmascaran a Bush luego del mensaje donde éste afirma que viene una reducción de tropas.

Sucesos del 3 de abril del 2007 en donde ahogada en dolor, madre remueve la bandera del féretro de su hijo muerto en Irak.


http://www.aporrea.org/internacionales/n101629.html
Jane Fonda: "El legado de Irak será peor que el de Vietnam"
Madrid 19 de septiembre 2007. - La actriz Jane Fonda, conocida por su activismo contra la guerra de Vietnam en los años 70, ha aprovechado el premio que le ha otorgado la ONG Save the Children por su labor en defensa de los niños para arremter contra la guerra de Irak.
"El legado de Irak será peor que el de Vietnam. El desastre que representa Irak proyectará una sombra enorme sobre EE UU", afirmó Fonda este miércoles en Madrid, donde recibió el premio de Save the Children.

Entre los galardonados también estaban el Premio Nobel de Literatura José Saramago, la violinista Anne-Sophie Mutter y la esposa de Nelson Mandela, Graça Machel.
Dichos premios reconocen la labor de personas como los antes mencionados para llamar la atención de la sociedad sobre el empeoramiento de la situación de muchos niños en lugares en conflicto como Irak, donde las tasas de mortalidad de los más pequeños han aumentado hasta en un 150%.

SOLIDARIDAD

de: DR

a: MCG

17 de septiembre de 2007

La resaca del conflicto: Crucial el apoyo a dolientes

Enfrentar la experiencia traumática que significa la muerte de un esposo en la guerra requiere ayuda profesional y apoyo de una amplia red de familiares y amigos, señalaron expertos en la conducta humana.

Esa ayuda sirve dos propósitos. Permite a la viuda enfrentarse a su proceso de pérdida y le ofrece orientación para atender las inquietudes que puedan manifestar sus hijos.

"Es absolutamente indispensable que busquen ayuda y no asumir que (el Departamento de Asuntos del) Veterano las está ayudando, no asumir que el 'Army' (el Ejército) las está ayudando. La prioridad para ellos es la guerra y no las familias", afirmó Sonia Santiago Hernández, sicóloga y portavoz de la organización Madre contra la Guerra.
 

Recordó que año pasado rebajaron $1,000 millones al presupuesto de los hospitales militares, que se traduce a menos servicios de salud para los soldados y sus familias.

Explicó que el proceso de duelo tiene diferentes etapas: incredulidad, coraje, depresión (a veces) y resolución o aceptación de la muerte.

Estas etapas se procesan dependiendo de la personalidad, las variables en el apoyo que pueda recibir la mujer y la constitución de su personalidad.

Sin embargo, estos síntomas no atendidos pueden extenderse indefinidamente y evitar que la mujer encauce su vida.

La muerte de un padre también tiene secuelas en los hijos e hijas de los soldados.

El bombardeo de imágenes de la guerra en los medios noticiosos contribuye a que algunos de los hijos de militares presenten síntomas de síndrome postraumático de estrés y rasgos de ansiedad que se manifiestan en problemas de comportamiento, según Santiago. Entonces, el deceso del padre exacerba esta conducta.

Ante esta situación, la trabajadora Rita Córdova recomendó manejar las ansiedades de estos niños y niñas de forma terapéutica.

Además sugirió a las viudas conectar con redes de apoyo formadas por otras mujeres que atravesaron por la misma situación y recordó la importancia del apoyo de la familia extendida como los abuelos y tíos.

El psicólogo Fernando Medina, quien fue oficial de ingeniería de la Guardia Nacional, precisó que una situación que dificulta este proceso de pérdida "es que se vende la guerra como algo bonito y no se alerta a la gente de que pueden morir o regresar con una incapacidad física o mental".

Insistió también en la necesidad de las viudas de buscar ayuda profesional para revaluar sus vidas y adaptarse a su nueva realidad.

No se trata sólo de un vacío emocional, en muchos casos la pérdida del compañero también trae complicaciones económicas porque se pierde al proveedor de la familia, recordó Medina.

Por: Cynthia López Cabán / END

13 de septiembre de 2007

La ocupación estadounidense está provocando un desastre humanitario en Iraq

Sara Flounders

Si se sacaran a la luz todas las dimensiones que tiene el horror que la ocupación estadounidenses ha creado en Iraq y se les hiciera frente, la indignación mundial llegaría hasta tal extremo que no continuaría la ocupación.

Una gran cantidad de informes que han sido ampliamente ignorados por la corriente dominante de la prensa, o que los han mencionado sólo de pasada confirman un nivel sin precedente alguno de destrucción de las infraestructuras esenciales, de pérdida de vidas y de desplazamiento generalizado de personas.

Hay más de cuatro millones de refugiados iraquíes y más de un millón de muertos. EL 70% de la población infantil no va al colegio. Con todo, estos informes y estadísticas no empiezan a contar la historia de destrucción y violencia ocasionadas por la ocupación estadounidense.

Iraq, que era un país moderno e industrializado antes de la primera guerra contra Estados Unidos en 1991, se encuentra ahora bajo la ocupación estadounidenses y se enfrenta a una catástrofe y a una desintegración nacional. Su sistema de salud pública, que antes fue internacionalmente elogiado además de gratuito, se encuentra hoy en una situación caótica. Su milenario patrimonio cultural ha sido saqueado y destrozado.

Durante los 12 años de sanciones, desde agosto de 1990 hasta marzo de 2003, impuestas por Estados Unidos y que crearon una enorme hambruna, toda la población de Iraq seguía estando alfabetizada y luchaban por mantener el suministro de agua potable y de electricidad, y unas raciones alimenticias básicas para su población de 25 millones de personas.

Ahora, según Oxfam y una red de 80 agencias de ayuda, 8 millones de personas, esto es, casi una tercera parte de la población, necesita ayuda de emergencia.

El movimiento contra la guerra de occidente debe centrar su atención en los informes que exponen la violencia que todo lo invade de la ocupación estadounidense. Si no, los medios dominantes son capaces de "da la vuelta a la tortilla" acerca de quién es el responsable de la violencia actual de Iraq. Estos medios echan sistemáticamente la culpa de horror que se está desarrollando al pueblo iraquí y no a los estadounidenses.

Los medios dominantes generalmente está dando una amplia cobertura diaria a los sones de tambor procedentes de los políticos estadounidenses, tanto republicanos como demócratas, que se frotan las manos y describen el caos y la violencia que seguirá a la retirada del ejército estadounidense. Este tema constantemente repetido se entreteje con la cobertura de los ataques sectarios y aparentemente sin sentido contra civiles por parte de "fuerzas terroristas". En cada artículo de noticias se describe al ejército estadounidense tratando de acabar con la "violencia sectaria" e intentando desesperadamente de traer orden y seguridad.

Resistencia a la violenta ocupación

Lo que los medios buscan centrándose constantemente en los tumultos y en la aparentemente indiscriminada violencia, supuestamente cometida por milicias iraquíes contendientes, es ocultar la violencia total de la ocupación. También distorsionan quién es la resistencia y cuáles son los principles actos en los que están comprometidos los luchadores de la resistencia. Según el informe del Brookings Institution —Iraq Index, 23 de agosto—los ataques de la resistencia de todo tipo durante el año pasado, incluyendo bombas en las carreteras, ataques con misiles, ataques suicidas y coches bombas, aumentaron de 4.000 a 5.000 al mes, o lo que es lo mismo, más de 15 ataques al día.

El informe contiene un gráfico que demuestra que la inmensa mayoría de los ataques de la resistencia son ataques contra el ejército estadounidense y las fuerzas de seguridad iraquíes, no contra civiles. Según este gráfico, el objetivo del 80 al 85 % de los ataques son la ocupación y sus colaboradores.

Sin embargo, para el imperialista ejército de ocupación, toda la población iraquí se ha convertido en enemigo y es tratada con una represión brutal y absoluta, y provocando una destrucción generalizada.

El último envío de tropas estadounidenses ha aumentado el número éstas en Iraq hasta 170.000 soldados. También hay más de 200.000 "contratistas privados" o mercenarios. Según Jeremy Scahill, autor de "The Mercenary Revolution" ["La revolución mercenaria"], estos mercenarios no responden a ninguna autoridad o ley. Las autoridades de la ocupación estadounidenses han garantizado a estos mercenarios una inmunidad total ante cualquier acusación o bien por parte de la ley iraquí o de las leyes militares estadounidenses. Los contratistas pueden interrogar o torturar a prisioneros, hacer labores de inteligencia y matar al azar.

La revista médica británica The Lancet ha publicado dos estudios sobre las muertes debidas a la invasión de Iraq y a su continua ocupación. Los estudios de 2004 y 2006 calcularon el numero de muertes causadas por la ocupación, tanto directa como indirectamente. El informe de The Lancet de 2006 informó de que el cálculo más correcto del estudio era que desde junio de 2006 habían muerto 655.000 iraquíes más de lo que se podría haber esperado en una situación de no-guerra.

Desde entonces han pasado otros 14 meses de un caos y de una violencia aún mayores que pueden haber aumentado el número de muertos hasta cerca de un millón.

Las agencias de Naciones Unidas, como el Alto Comisionado de NNUU para los Refugiados, informan de que el 70% de la población iraquí carece de acceso al agua corriente y que el 80% carece de servicios sanitarios efectivos. La Organización Mundial de la Salud ha constatado un aumento en los casos de diarrea y cólera debido al agua para beber contaminada.

El informe de Oxfam afirma que "los servicios de sanidad pública están generalmente en una situación catastrófica en la capital, en las principales ciudades y por los gobernorados". El 40% de los iraquíes se encuentran ahora sumido en la "pobreza absoluta". La tasa de paro asciende al 50 %. Desde que Estados Unidos impuso las sanciones a Iraq [en agosto de 1990] mucha gente tuvo que depender de las raciones alimenticias repartidas por el gobierno y desde que empezó la ocupación su número ha aumentado. Pero la mayoría de los más de dos millones de desplazados internos en Iraq no pueden conseguir raciones subvencionadas porque no están registrados en sus nuevos hogares.

Muchas escuelas están cerradas y los edificios han sido ocupados por las personas sin hogar. Más del 40% de los profesores de Iraq, ingenieros, personal médico y otros profesionales esenciales han abandonado el país desde 2003.

Crisis de refugiados y prostitución

Al menos otros dos millones y medio de iraquíes han huido a países cercanos. Cientos de miles han agotado sus ahorros. Unos 500.000 de los refugiados son niños en edad escolar que tiene un acceso limitado a la educación o carecen totalmente de él.

Los informes afirmas que para muchos miles de mujeres, que se han convertido en cabeza de sus familias, la prostitución se está convirtiendo en uno de los únicos medios de alimentar a sus familias. El London Independent, el New York Times, MSNBC y otros medios de comunicación, junto con Amnistía Internacional, confirman los informes sobre el aumento de la prostitución infantil y del tráfico de niños iraquíes.

Hana Ibrahim, fundadora del grupo de mujeres iraquíes Women's Will en Siria calcula en 50.000 el número de mujeres obligadas a entrar en el tráfico sexual porque sus maridos y padres han muerto y a ellas se les prohíbe trabajar legalmente. Una familia tienen pocas opciones para sobrevivir.

El programa de Amnistía International de Oriente Próximo y norte de África describe a la cada vez mayor población refugiada como "una crisis humanitaria que puede acabar con la zona".

Refugee International informa de que entre 40.000 y 50.000 iraquíes más huyen de sus casas cada mes lo que convierte a esta crisis de refugiados en la que más rápidamente crece del mundo.

Colaboracionistas incapaces de gobernar

En Iraq no existe actualmente un gobierno capaz de organizar o de proporcionar servicio social alguno: no hay seguridad, ni servicios sanitarios, ni escuelas, ni electricidad o agua potable. No son más que un puñado de corruptos colaboracionistas con los estadounidenses, altos cargos de los ministerios que viven en la Zona Verde estadounidense bajo la protección de Estados Unidos. No se atreven a aventurarse fuera de ella. Los contratistas estadounidenses se han dado cuenta de que no tienen a nadie sobre el terreno en la administración local que acepte los proyectos fraudulentos con los que los contratistas inflan los contratos que presentan al gobierno.

Cuanto más tiempo se queden las tropas estadounidenses en Iraq, mayor será la destrucción y la violencia. La única solución de la ocupación es tratar de ahogar a la resistencia en sangre y fragmentar la sociedad con tácticas de divide y vencerás. Esta ha sido la postura de Washington desde los primeros días de los bombardeos de la operación "Espanto y Pavor".

Las contrapartidas que la ocupación ha exigido al gobierno títere de Nouri al-Maliki y al Parlamento iraquí incluyen firmar la renuncia completa al futuro control de los recursos petrolíferos de Iraq. Estas exigencias descaradamente coloniales lo único que hacen es aumentar la determinación de la mayoría de los iraquíes de resistir a la ocupación por todo los medios posibles.

Más que nunca Iraq necesita a un despierto movimiento mundial que haga frente a las interminables excusas estadounidenses para seguir con la ocupación. Un movimiento que exija que se ponga fin a todos los fondos destinados a esta guerra criminal. Y ello para que el ejército estadounidense salga de Iraq y de la zona. Que exija reparaciones al gobierno soberano de Iraq que con toda seguridad sustituirá al régimen colaboracionista de modo que Iraq pueda recuperarse del desastre que el imperialismo estadounidense ha impuesto a su pueblo.

Fuentes utilizadas en este artículo

- The Lancet, Survey 2, 11 de octubre de 2006, "The Human Cost of the War in Iraq: A Mortality Study, 2002-2006", por Gilbert Burnham, Shannon Doocy, Elizabeth Dzeng, Riyadh Lafta y Les Roberts.

- Oxfam, "Rising to the Humanitarian Challenge in Iraq", julio de 2007.

- Brookings Institution Report, www3.brookings.edu/fp/saban/iraq/index.pdf .

- UNHCR, cifras de los refugiados en marzo de 2007.

Enlace con el original: http://www.workers.org/2007/world/iraq-0906/

Muere otro sargento boricua en Irak

En medio de la tensión de la cruenta guerra en Irak, el sargento puertorriqueño Gregory Rivera Santiago sacó un momento para enviar un regalo a su esposa, Brooke, quien cumplía años el pasado sábado. Pero hubo algo que llegó primero que el regalo: la noticia de su muerte.

Rivera Santiago, de 26 años, falleció el lunes cuando el vehículo en que viajaba junto a otros seis militares se volcó, en circunstancias que no han sido del todo precisadas. Todos murieron.

Rivera Santiago, miembro de la División Aerotransportada del Ejército, es el soldado puertorriqueño, confirmado número 65 que cae en las guerras estadounidenses en Irak y Afganistán.

"Él decía que estaba casado con el Ejército", señaló en entrevista telefónica con El Nuevo Día su madre, Carmen Santiago, quien reside en Santa Cruz.

Brooke, quien reside en Carolina del Norte, recibió su regalo el martes.

El lunes, relató Santiago, Brooke recibió varias llamadas de funcionarios del Ejército de Estados Unidos indagando sobre su dirección. Pensó que se trataba de una broma de cumpleaños de su esposo. Luego llamó a su suegra Carmen Santiago para decirle que algo sucedía con Gregory.

Rivera Santiago dejó una esposa y tres hijos: Xiomara de siete meses, Gregory III de dos años y Ayani de cuatro años. Debió abandonar Irak en junio, pero su estadía se extendió hasta noviembre debido al recrudecimiento de las hostilidades en el país invadido por Estados Unidos en el 2003.

Su madre y su padre, Gregorio Rivera, que se encuentra en la Isla desde hace varios meses, describieron al joven como un hombre serio y de pocas palabras, pero dedicado a su familia. Disfrutaba de la pesca, el baloncesto y de vez en cuando se aventuraba en la cocina. "Era mi ayudante cuando yo hacía bizcochos. Él hizo el bizcocho de dos años de Ayani y del otro bebé. Compró los moldes y me llamó para pedirme tips", comentó con un dejo de tristeza Santiago.

También sentía pasión por su oficio.

El militar nació en Puerto Rico, pero su familia se trasladó a Santa Cruz cuando tenía un año. Allí vivió hasta que se enlistó en las fuerzas armadas a los 18 años. Cuando sus padres se separaron pasaba los veranos en suelo boricua junto a otros tres hermanos.

"Como no cabían todos juntos, sus hermanas dormían con su padre y los varones en mi apartamento", relató su tía materna Ana María, quien apuntó que su sobrino sacó el nombre y el temperamento serio de su abuelo.

Ana María y Gregorio también comentaron que Gregory comenzó a cambiar con el Ejército. Pasó de un chico flaco y tímido a un hombre conversador y vivaracho.

Gregorio habló con su hijo por última vez en el verano de 2005, pero se mantenía informado de sus asuntos a través de sus hijas, mientras Santiago conversó con su hijo en julio durante una visita de los nietos a Santa Cruz.

"Lo noté contento. Nunca hablaba de la cosas del Ejército con pena. Estaba sorprendido porque los nenes estaban aprendiendo a nadar y él decía que no podía ser porque no les gustaba la playa", narró Santiago.

El militar será enterrado en Santa Cruz, según su deseo.

Por: Cynthia Lopez Cabán

10 de septiembre de 2007

Nueve bajas en Irak

BAGDAD — Nueve soldados estadounidenses murieron hoy en Irak, entre ellos ocho que fallecieron en dos accidentes de vehículos en Bagdad, dijo el comando militar. En uno de los accidentes, también murieron dos detenidos.

El más letal de los accidentes de vehículos ocurrió en la sección occidental de la capital, según un comunicado. En el accidente murieron siete soldados, y otros 11 fueron heridos. El comunicado indicó además que dos sospechosos detenidos previamente y que estaban siendo transportados murieron en el accidente, y que un tercer detenido fue herido.

El ejército de Estados Unidos informó que el accidente está siendo investigado.

En otro accidente, al este de Bagdad, un soldado norteamericano murió y dos fueron heridos cuando su vehículo volcó y se incendió. Un noveno soldado murió de heridas que sufrió el domingo mientras patrullaba en la zona de Kirkuk, al norte de Irak.

Por: AP

Menos clase, más reclutamiento

Nueva York — "En mi colegio los reclutadores del Ejército se pasean por los corredores, llevan Hummers con música a todo volúmen y nos dicen que si entramos al ejército vamos a tener todas estas cosas", dijo Juan Antigua, un estudiante de último grado en Clinton High School en el Bronx.

Antigua, de 18 años y con ambiciones de estudiar ciencia política, dijo que recibe al menos una carta semanal de la armada invitándolo a unirse a sus filas y ninguna de su escuela explicándole como puede evitar el acoso.

Antigua dijo que conoce gente que ha aceptado las invitaciones de los reclutadores. "Vuelven entusiasmados diciendo lo divertido que es tener un arma y dispararla", dijo.

Una situación similar la estarían viviendo miles de estudiantes en todo Nueva York, según un informe presentado ayer por el presidente del condado de Manhattan, Scott Stringer, y la Unión por las Libertades Civiles de Nueva York (NYCLU).

"Es repugnante que reclutadores militares estén quitándole a los estudiantes tiempo de sus clases para convencerlos de terminar en un vuelo a Irak", dijo Stringer, quien exigió al canciller de Educación, Joel Klein, que haga efectiva las normas que prohíben esta práctica.

Según el informe —para el cual se entrevistaron cerca de 1,000 estudiantes, la mayoría de ellos de origen hispano— uno de cada cuatro estudiantes de grado 12, dijo que los reclutadores toman tiempo de sus clases para convencerlos de ingresar a sus filas.

El informe denuncia también que el 40% de los entrevistados dijo no haber recibido al comienzo del año 2006-2007 el formato para declinar compartir su información privada con los militares, lo cual está previsto en las reglas del Departamento de Educación (DOE).

"El DOE ha invertido mucho papel en esto pero poco dinero", dijo Donna Lieberman, directora de NYCLU, quien pidió además que los formatos para mantener la información de los estudiantes lejos de las manos de los reclutadores estén en varios idiomas, incluido el español.

Marge Feinberg, vocera del Departamento de Educación (DOE), dijo que habían recibido el reporte pero que aún no tenían ningún comentario.

Feinberg afirmó no tener cifras sobre cuantos colegios estaban siendo visitados por reclutadores actualmente.

Nueva York figura entre las zonas de alto interés para los reclutadores por la diversidad cultural y la alta concentración estudiantil, aunque diferentes organizaciones se han quejado que el ejército apunta con insistencia a los adolescentes de zonas pobres, quienes son más vulnerables.

Este año fiscal el ejército espera reclutar 80.000 jóvenes de los cuales para julio 30 ya contaba con 61,864.

lorenzo.morales@eldiariony.com

Lucha anti-reclutamiento

A partir de mañana y durante toda la semana diferentes grupos pacifistas encabezados por la Liga de Resistencia a la Guerra de Nueva York, iniciarán la "Operación NO a los reclutamientos", la cual se concentrará en las puertas del puesto de reclutamiento del ejército en Times Square.

Durante la semana, los grupos pacifistas bloquearán el ingreso al centro, desfilarán con pancartas y tratarán de mantener alejados a los jóvenes de la invitación a engrosar las filas de la milicia, según anunciaron ayer voceros de estos grupos.

Por: Lorenzo Morales/EDLP

7 de septiembre de 2007

Cancer aumenta en veteranos de Iraq

Cancer in Iraq Vets Raises Possibility of Toxic Exposure
 
by Carla McClain
 
The Arizona Daily Star - August 26, 2007
 
http://www.azstarnet.com/metro/198240.php
 
After serving in Vietnam nearly 40 years ago - and
 receiving the Bronze Star for it - the Tucson soldier
 was called back to active duty in Iraq.
 
While there, he awoke one morning with a sore throat.
 Eighteen months later, Army Sgt. James Lauderdale was
 dead, of a bizarrely aggressive cancer rarely seen by
 the doctors who tried to treat it.
 
As a result, his stunned and heartbroken family has
 joined growing ranks of sickened and dying Iraq war
 vets and their families who believe exposures to toxic
 poisons in the war zone are behind their illnesses -
 mostly cancers, striking the young, taking them down
 with alarming speed.
 
The number of these cancers remains undisclosed, with
 military officials citing patient privacy issues, as
 well as lack of evidence the cases are linked to
 conditions in the war zone. The U.S. Congress has
 ordered a probe of suspect toxins and may soon begin
 widespread testing of our armed forces.
 
"He got so sick, so fast"
 
Jim Lauderdale was 58 when his National Guard unit was
 deployed to the Iraq-Kuwait border, where he helped
 transport arriving soldiers and Marines into combat
 areas.
 
He was a strong man, say relatives, who can't remember
 him ever missing a day of work for illness. And he
 developed a cancer of the mouth, which overwhelmingly
 strikes smokers, drinkers and tobacco chewers. He was
 none of those.
 
"Jim's doctors didn't know why he would get this kind
 of cancer - they had no answers for us," said his wife,
 Dixie.
 
"He got so sick, so fast. We really think it had to be
 something he was exposed to over there. So many of the
 soldiers we met with cancer at Walter Reed (Army
 Medical Center) complained about the polluted air they
 lived in, the brown water they had to use, the dust
 they breathed from exploded munitions. It was very
 toxic."
 
As a mining engineer, Lauderdale knew exactly what it
 meant when he saw the thick black smoke pouring nonstop
 out of the smokestacks that line the Iraq/Kuwait border
 area where he was stationed for three months in 2005.
 
"He wrote to me that everyone was complaining about
 their stinging eyes and sore throats and headaches,"
 Dixie said. "For Jim to say something like that, to
 complain, was very unusual.
 
"One of the mothers on the cancer ward had pictures of
 her son bathing in the brown water," she said. "He died
 of kidney cancer."
 
Stationed in roughly the same area as Lauderdale, yet
 another soldier - now fighting terminal colon cancer -
 described the scene there, of oil refineries, a cement
 factory, a chlorine factory and a sulfuric acid
 factory, all spewing unfiltered and uncontrolled
 substances into the air.
 
"One day, we were walking toward the port and they had
 sulfuric acid exploding out of the stacks. We were
 covered with it, everything was burning on us, and we
 had to turn around and get to the medics," said Army
 Staff Sgt. Frank Valentin, 35.
 
Not long after, he developed intense rectal pain, which
 doctors told him for months was hemorrhoids. Finally
 diagnosed with aggressive colorectal cancer - requiring
 extensive surgery, resulting in a colostomy bag - he
 was given fewer than two years to live by his Walter
 Reed physicians.
 
He is now a couple of months past that death sentence,
 but his chemo drugs are starting to fail, and the
 cancer is eating into his liver and lungs. He spends
 his days with his wife and three children at their
 Florida home.
 
"I don't know how much time I have," he said.
 
Suspect: depleted uranium
 
None of these soldiers know for sure what's killing
 them. But they suspect it's a cascade of multiple toxic
 exposures, coupled with the intense stress of daily
 life in a war zone weakening their immune systems.
 
"There's so much pollution from so many sources, your
 body can't fight what's coming at it," Valentin said.
 "And you don't eat well or sleep well, ever. That
 weakens you, too. There's no chance to gather your
 strength. These are kids 19, 20 and 21 getting all
 kinds of cancers. The Walter Reed cancer ward is packed
 full with them."
 
The prime suspect in all this, in the minds of many
 victims - and some scientists - is what's known as
 depleted uranium - the radioactive chemical prized by
 the military for its ability to penetrate armored
 vehicles. When munitions explode, the substance hits
 the air as fine dust, easily inhaled.
 
Last month, the Iraqi environment minister blamed the
 tons of the chemical dropped during the war's "shock
 and awe" campaign for a surge of cancer cases across
 the country.
 
However, the Pentagon and U.S. State Department
 strongly deny this, citing four studies, including one
 by the World Health Organization, that found levels in
 war zones not harmful to civilians or soldiers. A U.N.
 Environmental Program study concurs, but only if spent
 munitions are cleared away.
 
Returning solders have said that isn't happening.
 
"When tanks exploded, I would handle those tanks, and
 there was DU everywhere," said Valentin. "This is a big
 issue."
 
The fierce Iraq winds carry desert sand and dust for
 miles, said Dixie Lauderdale, who suspects her husband
 was exposed to at least some depleted uranium. Many
 vets from the Gulf War blame the chemical used in that
 conflict for their Gulf War syndrome illnesses.
 
Congress orders study
 
As the controversy rages, Congress has ordered a
 comprehensive independent study, due in October, of the
 health effects of depleted uranium exposure on U.S.
 soldiers and their children. And a "DU bill" - ordering
 all members of the U.S. military exposed to it be
 identified and tested - is working its way through
 Congress.
 
"Basically, we want to get ahead of this curve, and not
 go through the years of painful denial we went through
 with Agent Orange that was the legacy of Vietnam," said
 Rep. Raテコl Grijalva, D-Ariz., a co-sponsor of the bill.
 
"We want an independent agency to do independent
 testing of our soldiers, and find out what's really
 going on. These incidents of cancer and illness that
 all of us are hearing about back in our districts are
 not just anecdotal - there is a pattern here. And yes,
 I do suspect DU may be at the bottom of it."
 
What's happening today - growing numbers of sickened
 soldiers who say they were exposed to it amid firm
 denials of harm from military brass - almost mirrors
 the early stages of the Agent Orange aftermath. It took
 the U.S. military almost two decades to admit the
 powerful chemical defoliant killed and disabled U.S.
 troops in the jungles of Vietnam, and to begin
 compensating them for it.
 
Doctors flabbergasted
 
Whatever it was that struck Jim Lauderdale did a
 terrifying job of it.
 
Sent to Walter Reed with oral cancer in April 2005, he
 underwent his first extensive and disfiguring surgery,
 removing half his tongue to get to tumors in the mouth
 and throat. A second surgery followed a month later to
 clear out more of those areas.
 
Five months later, another surgery removed a new neck
 tumor. Then came heavy chemotherapy and radiation.
 
Shortly after, he had a massive heart attack,
 undergoing another surgery to place stents in his
 arteries. Two weeks later, the cancer was back and
 growing rapidly, forcing a fourth surgery in January
 2006.
 
By this time, much of his neck and shoulder tissue was
 gone, and doctors tried to reconstruct a tongue, using
 tissue from his wrist. He couldn't swallow, so was fed
 through a tube into his stomach.
 
Just weeks later, four external tumors appeared on his
 neck - "literally overnight," his wife said.
 
Suffering severe complications from the chemo drugs,
 Lauderdale endured 39 radiation treatments, waking up
 one night bleeding profusely through his burned skin.
 The day after his radiation ended, new external tumors
 erupted at the edge of the radiation field,
 flabbergasting his doctors.
 
"As this aggressive disease grew though chemoradiation,
 it was determined at this point there was no chance for
 cure," his oncologist wrote then.
 
By then, the cancer had spread to his lungs and spine
 and, most frightening of all, "hundreds and thousands"
 of tumors were erupting all over his upper body, his
 wife said.
 
"The doctors said they'd never seen anything like it -
 that this happens in only 1 percent of cases," she
 said.
 
Efforts to contact his doctors at Walter Reed were
 unsuccessful, but a leading head-and-neck cancer
 specialist at the Arizona Cancer Center reviewed the
 course of Lauderdale's disease.
 
"This a a very wrenching case," said Dr. Harinder
 Garewal. "This is unusually aggressive behavior for an
 oral cancer. I would agree it happens in only 1 percent
 of cases."
 
When oral cancer occurs in nonsmokers and non-drinkers,
 it tends to be more aggressive, he said.
 
"My feeling is the immune system for some reason can't
 handle the cancer," he said.
 
Jim Lauderdale died on July 14, 2006, and was buried in
 Arlington National Cemetery.
 
Dixie and their two grown children still feel the raw
 grief of loss, but not anger, she said.
 
"But I am convinced something very wrong is happening
 over there. Is anyone paying attention to this? Is the
 cancer ward still full?" she asked. "I would hate to
 see another whole generation affected like this, but
 I'm very afraid it will be."
 
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* Contact reporter Carla McClain at 806-7754 or at
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