Comunicado- San Juan, PR 29 de junio de 2015 Dile no al reclutador: joven veterano Joel Valentín Saldaña expone el racismo que sufrió en el Ejército y exhorta a la juventud a no firmar un contrato militar
En abril de 2005, a sus 19 años, Joel gozaba de plena salud. Quería tener un futuro prometedor y gozar de estabilidad financiera. Al irse a la milicia Joel fue asignado a labores de mecánica en varias bases del ejército en los EUA.
Lo que desconocía Joel era que al enfermarse con la enfermedad de Chron, que se caracteriza, entre otros síntomas, por dolor abdominal, diarrea, fatiga, cansancio y fiebre, iba a sufrir burlas, maltrato y vejaciones de sus superiores. No recibió ninguna palabra de aliento en el ejercito, sino racismo y discrímen .La condición de Chron se agrava con el estrés y hubo que intervenirlo quirúrgicamente. Lo sobremedican en el hospital de Veteranos donde lo operaron (en Kansas) y termina adicto a la percocet, adicción que le duró cuatro años. Ante todas estas afecciones, Joel ha padecido depresión y ha intentado suicidarse varias veces... Joel nos dice:" Quiero evitar que otros jóvenes sufran lo que yo he sufrido. El ARMY ME DESTRUYÓ LA VIDA".
A pesar de que requiere atención médica especializada para el tratamiento de Chron, habiendo regresado a Puerto Rico en marzo (2015), le dieron cita para atender esa enfermedad en julio , 2015. Reiteramos que es muy lenta y limitada la atención médica que reciben los veteranos.
Otro ejemplo es el del señor Víctor Figueroa Rentas, quien descubre que padece de hipotiroidismo porque fue a un médico privado, a pesar de que llevaba 20 años recibiendo servicios en el hospital de Veteranos de Rio Piedras.
Mientras los centros de reclutamiento reciben más de tres mil millones de dólares anualmente, los hospitales de veteranos sufren por escasez de personal y equipo especializado. Exigimos la habilitación de una sala de trauma en el hospital ; camas adicionales para pacientes psiquiátricos , pues actualmente hay solo 30 y seguimiento ambulatorio diariamente para pacientes de salud mental y los que padecen adicciones.
A la juventud le decimos que no firmen un contrato militar. Para que no se les de información personal a los reclutadores militares sobre sus hijos de escuela superior, los padres y madres deben así indicarlo en la planilla al matricularlos. Porque la maternidad es vida y la guerra es muerte, luchamos por la paz.
Madres contra la Guerra madrescontralaguerra@gmail.com
Sonia Santiago Hernández, portavoz 787-619-5175