Nos duele irrespectivamente de su origen o condición social. Sabemos que muchas de estas muertes se podrían evitar con un modelo salubrista en nuestra Patria, con la medicalización de las drogas y con justicia social. Reflexionamos hoy, luchando mano a mano porque se erradiquen las causas de la violencia en todos los órdenes y rincones.
Entendemos que como pueblo tenemos que cultivar la inteligencia emocional: cultivando la empatía, poniéndonos en el lugar del otro u otra; practicando la justicia, la capacidad de manejar nuestras emociones e impulsos; perdonando y haciendo el bien.
Como madres, creamos vida. Nosotras cultivamos la vida. La guerra no declarada que se vive en las calles de Puerto Rico es la antítesis de la maternidad. Nosotras abrazamos la vida y trabajamos para asegurar un ambiente de paz. Le hacemos un llamado al pueblo de Puerto Rico para que actúen como guardianes del mundo que nuestros hijos e hijas van a heredar. Le hacemos un llamado a la juventud; a otras madres , a padres y a todas las personas de todas las religiones o condición social y a los oficiales electos para que respondan a este llamado a la no violencia .
Ante la guerra no declarada por el narcotráfico, nosotras, como mujeres actuando a favor de la vida , daremos nuestra energía y recursos a todos aquellos y aquellas que se dediquen a mantener la paz y la justicia.
Porque "Todos somos José Enrique, los buenos y buenas somos más", ' luchamos por la paz.