BAGDAD | KIRKUK.- La violencia sigue sacudiendo Irak en las últimas horas. En el atentado más mortífero, en Amarli, al norte de Bagdad, murieron un centenar de personas. Otras 39 fallecieron anoche en dos ataques en la provincia de Diyala y varias más perdieron la vida en diferentes ataques registrados en todo el país.
Según el último balance proporcionado a France-Presse por las autoridades locales y fuentes médicas, el atentado de Amarli, perpetrado con un camión cargado de explosivos, dejó 105 muertos y 250 heridos.
Varios equipos de rescate y bomberos acudieron al lugar del ataque para rescatar los cadáveres y los heridos de entre los escombros de las tiendas y viviendas afectadas por la explosión.
El director de Sanidad de la provincia de Salahedin, Hasan Zein el Abedin, precisó a Efe que entre las víctimas figuran niños y mujeres.
Amarli, que depende administrativamente de la localidad de Al Toz, unos 90 kilómetros al este de Tikrit, está habitada por una población mixta de kurdos y turcomanos chiíes.
Pocas horas después de este ataque murieron tres militares iraquíes, entre ellos un alto oficial, y cinco civiles resultaron heridos tras la explosión de una bomba junto a una gasolinera de la ciudad de Al Deluiya, también en Salahedin.
En esa misma provincia, dos policías fallecieron y otros dos resultaron heridos en un ataque lanzado por error por un helicóptero estadounidense contra un control policial en Yezreb, en el norte del país árabe, según fuentes de seguridad.
La tropas norteamericanas justificaron el ataque argumentando que el puesto de control no estaba incluido en los mapas de que dispone, añadieron las fuentes.
En la vecina provincia de Diyala, el Ejército de EEUU anunció en un comunicado la muerte de cuatro presuntos terroristas durante la búsqueda de un supuesto cabecilla de la organización terrorista Al Qaeda en el área de Jan Bani.
En esa misma provincia, un ataque suicida mató en la noche del viernes a 22 personas —en su mayoría de origen kurdo— y provocó heridas a otras 15, informaron portavoces de seguridad locales. Según su relato, un hombre activó el cinturón de explosivos que llevaba adosado al cuerpo en medio de un funeral en la localidad de Al Saadiya, 70 kilómetros al este de Baquba.
También durante la noche, 17 civiles perdieron la vida y otros ocho resultaron heridos en un atentado con coche bomba en un mercado de la localidad de Ahmad Mares, próxima al área de Yalula, en Diyala.
Además, un agente de los cuerpos de seguridad falleció en la mañana del sábado y otros cuatro resultaron heridos al explotar un automóvil cargado de explosivos conducido por un suicida en el este de Bagdad.
Así pues, la violencia persiste pese a los planes y amplios operativos de seguridad vigentes desde hace varios meses en Bagdad y otras zonas del país, bajo la vigilancia de decenas de miles de soldados estadounidenses e iraquíes.
Por: Agencias