Washington, 21 nov (PL) El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, es responsable por la caótica situación que vive Afganistán que incluye el incremento de la producción droga y la violencia, comenta hoy el diario The New York Times. Un editorial del periódico también culpa al mandatario afgano, Hamid Karazai, por la venalidad y la ineptitud de su gobierno en enfrentar la ola de ataques sin precedente. El país centroasiático está inmerso en una espiral de violencia, la perdida de la autoridad central, una corrupción desenfrenada y un creciente comercio de heroína, subraya el rotativo. Ante esa situación, exhorta a la Casa Blanca a incrementar la ayuda económica y a presionar a Karzai para acabar con los funcionarios corruptos y fortalecer a la policía. Como parte de la estrategia solicita iniciar conversaciones con líderes tribales y grupos armados aunque, al mismo tiempo, apoya la continuación de las operaciones militares. El diario Washington Post reveló el pasado mes que los jefes militares norteamericanos en Afganistán pidieron al Pentágono más tropas para combatir a la insurgencia. Aunque en enero llegarán cuatro mil soldados, que se sumarán a los más de 30 mil estadounidenses desplegados allí, los comandantes estiman que será insuficiente. Recientemente el jefe del Comando Central, general David Petraeus, reconoció que la guerra en Afganistán será larga, por lo cual pide una reevaluación de la estrategia. Sus declaraciones coincidieron con la divulgación de un informe de las 16 agencias de espionaje de este país sobre Afganistán, que critica las políticas de Bush. Las condiciones en esa nación son malas y se pondrán peor, pero ahora es que los funcionarios norteamericanos comienzan a darse cuenta de ello, manifestó Henry A. Crumpton, ex analista de la Agencia Central de Inteligencia. El comandante de las fuerzas británicas en Afganistán, general Mark Carleton-Smith, admitió el fracaso de la estrategia bélica de las fuerzas extranjeras en ese país.
Según la col. Elspeth Ritchie, siquiatra del army el destacamento repetido de tropas a los teatros de guerra en Irak y Afganistán es la causante del aumento en los suicidios de los veteranos... MCG se solidariza con el sufrimiento de estos y exhorta a que se atiendan estos reclamos de forma urgente y a los jóvenes les decimos que no se dejen engañar, evaluen las consecuencias y diganle NO al reclutador. http://www.pbs.org/newshour/video/module.html?mod=1&pkg=vetsuicide&seg=0 http://www.pbs.org/newshour/health/ Noticias Relacionadas Prefieren no recordar sus días en Vietnam Mariana Cobián / Primera Hora,miércoles, 12 de noviembre de 2008 Pueden hablar por horas de cualquier asunto, pero a la hora de tocarles el tema de la guerra, se les forma un taco en la garganta y prefieren cambiar el tema.
Tres veteranos de la guerra de Vietnam hablaron a duras penas con motivo del Día de los Veteranos de las peores experiencias que vivieron en apenas uno o dos años que estuvieron destacados en la batalla, que se extendió desde 1960 hasta 1975 y que dejó el saldo de aproximadamente 60 mil militares norteamericanos muertos.
Celestino Calcaño, Rubén Santiago y Luis Alicea están vivos para contarlo, pero todos tienen las cicatrices de la guerra. Ya sean emocionales o físicas.
Los tres tenían entre 18 y 19 años cuando fueron activados a servir en la guerra vietnamita. Fueron entre el 1967 y 1969, poco después que comenzaran a llevar tropas estadounidenses en 1965. Curiosamente, todos tienen en común que han atravesado por varios matrimonios, que tienen hijos a los que les han recalcado no enlistarse en las Fuerzas Armadas, y a los tres se les aguan los ojos cuando recuerdan los duros momentos que vivieron.
Y aunque prefieren no hablar de Vietnam, por lo menos agradecen estar vivos para contarlo.
Rubén Santiago: Su decimonoveno cumpleaños lo pasó combatiendo en Vietnam y fue entonces que conoció el olor de la muerte.
Como muchos otros jóvenes, Rubén Santiago apenas tenía 18 años cuando fue activado para ir a la temida guerra de Vietnam. Llegó en 1968 y se fue al año siguiente. Un año fue más que suficiente para que se marcara para el resto de su vida.
Recordó que una noche estaban cerca de Cambodia cuando fueron rodeados por el enemigo.
“Yo estuve... en una masacre cerca de Cambodia. Fue muy triste. Al día siguiente se contaron aproximadamente 300 cadáveres. Se recogieron, se hizo una fosa común, se les pegó fuego y apenas podíamos respirar. Teníamos que empapar una toalla en agua para cubrirnos la nariz. La peste a pelo quemado, a la carne quemada. Era imposible respirar”, narró Santiago, quien desde entonces padece de bronquitis asmática crónica “además del daño emocional, claro...”.
“En aquel momento perdimos 15 de nuestra compañía. Fue muy traumático”, recalcó el residente de Carolina.
Pero justo antes de partir a Vietnam, estuvo estacionado en el fuerte Buchanan “y mi trabajo era la despedida de duelo de los que fallecían y venían de Vietnam”.
“Unos a los otros nos cuestionábamos a cuál nos tocaría enterrar, a quién... Luego tuve que enterrar a uno que cogió entrenamiento conmigo en Georgia. Es muy fuerte, muy fuerte. Apenas nos gusta hablar de eso”, reconoció Santiago.
Ahora, con tres hijos varones, indicó que “no les voy a permitir” que ingresen a las Fuerzas Armadas “ni se lo recomiendo a ningún ciudadano puertorriqueño”, no tanto por el trauma de la guerra como tal, sino porque siente que “no se defienden nuestros derechos” una vez regresan a su patria.
Celestino Calcaño: Fue a Vietnam voluntariamente. Tenía problemas con su padre y quería “hacerse hombre”. Cuarenta y un año después, a ninguno de sus tres hijos le interesaron las Fuerzas Armadas “por la experiencia mía”.
El vecino de Carolina narró que llegó a Vietnam en 1967 cuando tenía 18 años. Permaneció allí por dos años. Y tiene muchas historias que contar, pero el ingeniero de combate preferiría no contarlas...
Calcaño recordó que se acordó una tregua con el régimen del primer presidente de la República Democrática de Vietnam (Vietnam del Norte), Ho Chi Minh, por lo que “dejamos las armas y nos atacaron a traición”.
“Para ese tiempo, lamentablemente, murió un comandante de combate en los brazos míos. Nunca (podrá sobrepasarlo), imagínese, por eso mismo estoy en tratamiento, por eventos así en la guerra”, dijo, sin ofrecer muchos detalles porque le afecta.
Otro momento que prefiere no recordar son los Black Night Parties, cuando iban corriendo los vehículos de noche con las luces apagadas para no ser detectados por el enemigo. No podían detenerse porque iban en fila y si alguno paraba, podían capturar a alguno de ellos y ser prisioneros de guerra. De hecho, Calcaño recibió una medalla por salvar a sus pares porque “no cogieron a nadie de prisioneros y todos vivimos”.
Pero para evitar la muerte o su captura, “teníamos que seguirlo y a veces le dabas cantazos a las personas, a los niños, a los viejos, y había que seguirlo, no se podía parar uno para nada”.
“Me pongo mal. No me gusta hablar de eso...”, confesó a PRIMERA HORA cuando se le preguntó qué pasaba por su mente cuando tenía que atropellar a civiles.
Calcaño, quien trabajó como técnico de refrigeración, padece de cáncer del hígado, diabetes y tiene en la piel las consecuencias del agente naranja.
“Tengo manchas en las manos que pica y molesta, pero eso será hasta que me muera”, manifestó Calcaño, acompañado por su esposa, Rose Cortés, quien confesó que tuvo que recibir ayuda para poder ayudarlo.
Luis Alicea: Apenas se graduó de universidad con un bachillerato en economía, Luis Alicea fue activado por las Fuerzas Armadas y, sin otra alternativa, pisó suelo vietnamita en 1968. Tenía 20 años.
El residente de Toa Baja recordó que combatían casi todos los días. Y, exactamente 40 años más tarde, todavía se le aguan los ojos cuando recuerda cómo trataron de recobrar una de las bases de las Boinas Verdes ocupada por el enemigo.
“Yo creo que la experiencia más horrible que tuve fue cuando atacaron una base y tuvimos que ir a recobrarla. Era bajo tierra donde atacaban aviones norteamericanos y no le hacían nada. Tuvimos que tirarnos desde una montaña alta. Nos dispararon y tuvimos que bajar para poder pelear y tratar de recobrar nuevamente esa base.
Estuvimos semanas para recobrarla. Y digo que fue lo peor porque todavía tengo flashbacks...”, relató el residente de Toa Baja, quien tuvo que hacer una pausa porque se le aguaron los ojos.
“Mucha gente murió en esos días. Muchos, muchos, muchos. Vimos ahí cosas que nunca habíamos visto. Muchos muertos. Gente herida. Pasamos hambre. No se veía nada”, agregó.
“Hay muchas cosas que podría contar pero que me es difícil decir... Esto es algo que pasó, que yo viví en mi carne y lo vivieron muchos compañeros míos allí”, indicó Alicea con dificultad.
Manifestó, sin embargo, que lo que más le duele es llegar a su patria y no tener los servicios adecuados para tratar con sus condiciones de salud, como el zumbido constante en sus oídos y sus problemas de los nervios y de presión.
“Todo en la vida ha sido duro para mí (a raíz de la guerra). Me divorcié tres veces y parte del problema fue por Vietnam. Lo más grande es no tener dónde ir. Soy atleta y he combatido mis problemas corriendo para poder sobrevivir lo que estoy pasando y continuaré pasando porque aquí no hay ayuda”, expresó Alicea, quien está retirado, luego de trabajar como vicepresidente de mercadeo por 38 años.
primerahora.com/prefieren_no_recordar_sus_dias_en_vietnam/247639
Por (EFE) 10 de noviembre de 2008 04:00 am Kabul - La comandancia estadounidense en Afganistán admitió ayer que 37 civiles murieron en un bombardeo de sus fuerzas el pasado lunes en la provincia meridional de Kandahar, y dijo haber indemnizado a las familias de las víctimas.
En un comunicado, la comandancia informó de la investigación efectuada conjuntamente con autoridades y militares afganos en el distrito de Shah Wali Kot, donde también 35 civiles resultaron heridos en el bombardeo.
Según la fuente, de los testimonios recogidos queda claro que los insurgentes talibanes utilizaron a los habitantes del pueblo de Wech Baghtu, en Shah Wali Kot, como escudos humanos en su enfrentamiento con las fuerzas de la coalición que EEUU encabeza en Afganistán.
La comandancia explicó que los combates se desencadenaron tras una emboscada insurgente contra una patrulla conjunta de las tropas extranjeras y afganas.
"Los ancianos del pueblo dijeron al equipo conjunto de investigación que había llegado a Wech Baghtu un gran número de insurgentes, que no eran del pueblo", y "admitieron que los insurgentes dispararon contra las fuerzas de la coalición y el Ejército afgano desde algunas de las viviendas de los lugareños", que utilizaron para cubrirse, dijo la fuente.
De acuerdo con esta versión, los talibanes impidieron a la población civil abandonar el pueblo, lo que "sugiere un intento deliberado de causar bajas civiles".
La comandancia añadió que las fuerzas emboscadas reclamaron el apoyo aéreo al verse separadas de su unidad de apoyo.
El equipo de investigadores visitó a los heridos y las familias de las víctimas en el hospital el pasado viernes y distribuyó entre ellos "pagos en señal de condolencia", dijo la comandancia, que no especificó la cuantía de las indemnizaciones.
En el comunicado, el coronel Greg Julian, de la coalición de EEUU, reiteró que el "principal esfuerzo" de sus tropas es "proveer seguridad a la población civil" afgana.
"Lo peor que puede suceder es que los civiles queden atrapados en el fuego cruzado", dijo el militar, para repetir sus condolencias por lo ocurrido.
El presidente afgano, Hamid Karzai, había denunciado las bajas causadas por este bombardeo el pasado miércoles, cuando volvió a exigir a las tropas extranjeras destacadas en su país que eviten bombardear poblaciones y concentren su lucha en los refugios de los insurgentes en la frontera afgano-paquistaní.
Karzai exigió a fines de agosto pasado, tras otro ataque de la coalición que se cobró decenas de bajas civiles, revisar los términos de la presencia de tropas internacionales en el país y "regular" su responsabilidad por medio de un acuerdo.
EEUU comanda en Afganistán una coalición que cumple la misión antiterrorista "Libertad Duradera" y cuenta con una mayoría de soldados estadounidenses (unos 15.000).
Además, la OTAN tiene desplegados unos 48.000 miembros de la Fuerza de Asistencia para la Seguridad (ISAF), 18.000 de ellos estadounidenses, con mandato de la ONU.
Madres contra la Guerra Sonia Santiago Hernández, Comunicado de Prensa 8 de noviembre de 2008: Denunciamos la merma en los servicios de salud en los hospitales de veteranos, urgimos se atiendan sus necesidades físicas y psicológicas Las Madres contra la Guerra y Sietenueve recordamos hoy a los miles de veteranos puertorriqueños y a sus familiares, con motivo del Día del Veterano (11 de noviembre). Unimos nuestras voces en reclamo a que se atiendan sus necesidades físicas y psicológicas, así como también las de sus familiares. Denunciamos la reducción de servicios provistos en el Hospital de Veteranos anteriormente, tales como la eliminación del Programa "Wellness" en el 2005, que atendía a más de cien veteranos incapacitados ; los gastos de transportación y estadía de los veteranos a otros hospitales a recibir servicios cuando aquí no se proveen y la necesidad de servicios a veteranos con problemas denominados "Daño cerebral Traumático" (Traumatic Brain Injury), condición muchas veces fatal, que abunda hoy en mas de 40% de los veteranos los que regresan de las guerras. El costo humano y financiero de las guerras es inconmensurable. Los $720 millones diarios que cuesta la guerra y la des-regulación de los controles crediticios han provocado un caos mundial que lamentablemente va a afectar negativamente las vidas de millones de seres humanos. Las Madres contra la Guerra queremos hacer constar que esos millones destinados a las guerras de Irak y Afganistán no se están usando para aliviar el daño físico y psicológico que sufren los/as veteranos/as, quienes padecen de múltiples condiciones a su regreso de las guerras: síndrome de estrés postraumático, exposición y daño por contaminación con uranio reducido y daño cerebral, entre otras. El uranio reducido, metal pesado que se usa en las balas del armamento militar de Estados Unidos, dura 4.5 millones de años. Se aspira, entra por los poros. Su toxicidad provoca sangrado renal, dolores de cabeza y abdominales, cáncer, irritabilidad, deformidad en bebés. Exhortamos a los veteranos a exigir que se les haga la prueba de uranio a su regreso. De no proveérseles en el Hospital de Veteranos, se la deben hacer en un laboratorio privado y exigir que se les atiendan las condiciones médicas que presenten. El síndrome de estrés post traumático se caracteriza por pensamientos recurrentes no deseados de escenas de guerra que vivieron ("flashbacks"), pesadillas, insomnio, irritabilidad, ansiedad, hipervigilancia, problemas de adaptación al entorno familiar y a la comunidad, temores. Un 20 % se divorcian en los primeros dos años de su regreso de Irak. El Hospital de Veteranos de San Juan solo tiene 30 camas para pacientes psiquiátricos y atiende no solo a los veteranos puertorriqueños , sino a los de Islas Vírgenes también, unos 150,000 anualmente. Muchos optan por trasladarse para ser atendidos en instituciones en Estados Unidos. Antes se les pagaba el traslado, pero la Administración Bush lo eliminó. Le hacemos un llamado al presente electo de Estados Unidos Barrack Obama para que cesen las guerras y traigan nuestros familiares de regreso a casa. Exigimos la creación de un hospital de veteranos adicional en Puerto Rico; es restablecimiento de las clínicas "Wellness"; la transportación y estadía gratuita de los veteranos a otros hospitales de ser necesario; la compra de máquinas de MRI. La maternidad es vida, la guerra, su antítesis. La llamada " guerra contra el terrorismo" ha costado $560,137,878,263: http://nationalpriorities.org/index.php?option=com_wrapper&Itemid=182. Ha cobrado la vida de "1,273,378" iraquíes : http://www.justforeignpolicy.org/iraq/iraqdeaths.html Han fallecido 4,190 militares de EU y 90 boricuas: http://icasualties.org/oif/ www.madrescontralaguerra.blogspot.com Hay una sola máquina de MRI y hay que esperar hasta 75 días para hacerse un examen cuando se quiere ese equipo. Imaginemos la angustia del militar y su familia que tienen que esperar tanto tiempo para saber si hay un cáncer. Se substituyen medicamentos por otros de menor cuantía para "abaratar" costos. En ayunas, vienen de toda la Isla para atenderse en el laboratorio. Las prioridades de la administración Bush ha sido el gasto de más de tres trillones de dólares para sufragar las guerras a costa de la salud y la vida de los militares. No descansaremos hasta lograr un trato justo a nuestros familiares. Madres contra la Guerra Sonia Margarita Santiago, portavoz Apartado 875 Dorado, PR 00646 http:madrescontralaguerra.blogspot.com | ¡Todo sobre Amor y Sexo! La guía completa para tu vida en Mujer de Hoy: http://mujerdehoy.telemundo.yahoo.com/
11:14 a.m. Grito por la paz Manifestantes exigen fin de la guerra.8 de noviembre de 2008 Por Marlene Candelaria / Especial El Nuevo Día "Por la paz, por la paz, venimos todos a luchar". Esta fue la consigna que dio inicio a una manifestación realizada por la organización Madres en contra de la Guerra frente al edificio federal en Hato Rey. Entre un despliegue de cruces blancas y pancartas, los manifestantes expresaron su deseo de que culmine la guerra por la que atraviesa la nación norteamericana. "Este conflicto ha destrozado a muchas familias, basta ya de este abuso. Queremos que culmine esta guerra", expresó Sonia Santiago, fundadora y portavoz de dicha organización. Además, los participantes exigieron mejores tratamientos médicos para todos lo veteranos puertorriqueños. "Engañan a los jóvenes ofreciéndoles muchos cuentos de hadas, pero la realidad es otra", dijo Santiago. En la actividad también participó el rapero SieteNueve en representación de la juventud del Pais. | Premios MTV 2008 ¡En exclusiva! Fotos, nominados, videos, y mucho más!br>Mira aquí http://mtvla.yahoo.com/
Por Marlene Candelaria / Especial El Nuevo Día "Por la paz, por la paz, venimos todos a luchar". Esta fue la consigna que dio inicio a una manifestación realizada por la organización Madres en contra de la Guerra frente al edificio federal en Hato Rey. Entre un despliegue de cruces blancas y pancartas, los manifestantes expresaron su deseo de que culmine la guerra por la que atraviesa la nación norteamericana. "Este conflicto ha destrozado a muchas familias, basta ya de este abuso. Queremos que culmine esta guerra", expresó Sonia Santiago, fundadora y portavoz de dicha organización. Además, los participantes exigieron mejores tratamientos médicos para todos lo veteranos puertorriqueños. "Engañan a los jóvenes ofreciéndoles muchos cuentos de hadas, pero la realidad es otra", dijo Santiago. En la actividad también participó el rapero SieteNueve en representación de la juventud del País.
Manifestantes anti-guerra planean concentrarse la próxima semana en las afueras del Departamento de Justicia para exhortar al Fiscal General, Michael Mukasey, a acusar al Presidente Bush y al Vicepresidente Cheney por crímenes de guerra.
Los manifestantes, organizados por La Campaña Nacional para la Resistencia No Violenta (The National Campaign for Nonviolent Resistance), afirmaron que están dispuestos a correr el riesgo de ir a la cárcel para instar la acusación a Bush y Cheney por sus varios crímenes. La campaña está recogiendo firmas para una petición para exhortar a Mukasey a reunirse con ellos.
El grupo ha trabajado de cerca con la organización Veteranos de Irak en Contra de la Guerra (Iraq Veterans Against the War), Code Pink y otros, para protestar la implicación de EE.UU. en Irak y exhortan la impugnación al Presidente Bush por un gran número de demostraciones en los últimos años.
La protesta está programada para el lunes al mediodía en las afueras de la oficina central del Departamento de Justicia en Washington.
El jefe del distrito de Shah Wali Kot, donde tuvo lugar la ofensiva, Obaidullah Popal, explicó que las víctimas estaban celebrando una boda en el municipio de Wech Baghtu cuando se produjo el bombardeo. Aviones de la coalición bombardearon la zona en la que se encontraban presuntos insurgentes y también el lugar en el que se celebraba la boda. Haji Lala, habitante de Baghtu, elevó hasta 35 la cifra de muertos y aseguró que 15 eran niños, 17 mujeres y 3 hombres. El gobernador de Kandahar, Assadullah Khalid, confirmó el suceso pero no pudo precisar la cifra de víctimas. E jefe del Consejo provincial de Kandahar, Wali Karzai, había informado anteriormente que algunos civiles murieron o quedaron heridos en un bombardeo de las fuerzas extranjeras en el distrito de Shah Wali Kot", pero sin precisar su número. Karzai, hermano del presidente afgano, informó de que el bombardeo se produjo tras un ataque insurgente contra las tropas afganas y extranjeras en el pueblo de Wech Baghtu. El Ejército estadounidense informó de que ha iniciado una investigación para determinar si se produjeron "bajas no combatientes en la zona". "Hemos enviado personal de la coalición sobre el terreno para comprobar cuál es la situación y tomar las acciones apropiadas", dijo un portavoz de la coalición liderada por Estados Unidos en Afganistán, Jeff Bender. Bender pidió disculpas y ofreció sus condolencias a las familias y el pueblo afgano "en el que caso de que gente inocente haya muerto en la operación", de circunstancias aún "confusas", dijo. Los hechos fueron confirmados también por un portavoz talibán, Mohammed Yousuf Ahmadi, quien aseguró a Efe que 35 civiles murieron, incluidos mujeres y niños, y otros 15 resultaron heridos en bombardeos de las fuerzas aéreas del "enemigo". Ahmadi dijo que la lucha comenzó cuando sus milicias cortaron la carretera entre las provincias de Kandahar y Uruzgán, y que los insurgentes acabaron con la vida de trece soldados e hirieron a varios más. Según el portavoz talibán, sólo un insurgente murió y otros tres resultaron heridos durante los combates, que terminaron hoy por la mañana. Las bajas civiles son una de las grandes preocupaciones del presidente afgano, Hamid Karzai, quien volvió a reclamar a Estados Unidos que las evite cuando ejecute operaciones militares. En Afganistán han muerto este año unos 1.500 civiles, según datos de la ACNUR. Estados Unidos comanda en Afganistán una coalición que cumple la misión "Libertad Duradera" y cuenta con una mayoría de soldados estadounidenses (unos 15.000). La OTAN tiene desplegados unos 48.000 miembros de la Fuerza de Asistencia para la Seguridad (ISAF), 18.000 de ellos estadounidenses.
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