Comunicado de Prensa
San Juan, Puerto Rico
4 de octubre de 2025
¡No más bases militares contaminadas en Puerto Rico!
Desde la antigua base Ramey en Aguadilla, las Madres contra la Guerra denunciamos que para construir esta base en 1939, se expropiaron 3,796 cuerdas, deshauciaron 4,000 personas del poblado San Antonio y cientos de la barriada Borinquen . Desde esta base, salieron aviones militares para deponer a Manuel Antonio Noriega en Panamá, causando la muerte de mas de 4,000 personas. ¡ Qué vergüenza para Puerto Rico que desde nuestra Nación salgan a matar y a ocupar otros pueblos ! Puerto Rico nunca le ha declarado la guerra a ningún país, sin embargo han muerto más de 2,000 boricuas en guerras de Estados Unidos (EE.UU). La grave contaminación ambiental y los efectos en la salud que han dejado las bases militares de EE.UU. en Puerto Rico son nefastos. Nuestros cuerpos, nuestras tierras y nuestras aguas han sido utilizados como laboratorios de guerra, y las comunidades siguen pagando el precio de un legado de muerte y enfermedad.
En Vieques, más de 60 años de bombardeos dejaron uranio empobrecido, fósforo blanco, napalm, plomo, mercurio y otros metales pesados que continúan envenenando el suelo y el mar. En Roosevelt Roads (Ceiba), la Marina dejó combustibles y químicos tóxicos que contaminan las aguas subterráneas. En Aguadilla (Base Ramey), hay evidencia de hidrocarburos y de metales pesados. Sabana Seca (Toa Baja) y la Base Aérea Muñiz (Carolina) también se han identificado riesgos ambientales graves.
Estos crímenes ambientales se traducen en más cáncer, enfermedades respiratorias, hipertensión y muertes prematuras en nuestra gente. El pueblo de Puerto Rico nunca consintió en ser zona de sacrificio militar, y mucho menos en heredar estos pasivos tóxicos.
Exigimos:
- El cierre inmediato de todas las instalaciones militares en Puerto Rico. Que no se use a Puerto Rico para invadir ningún pueblo hermano, como lo es la República Bolivariana de Venezuela.
- La limpieza completa de los suelos, aguas y aires contaminados con fondos del gobierno de Estados Unidos, responsable del daño.
- Retribución económica por los años que las han usado, sin pagar nada. 4. Respeto absoluto a nuestra soberanía y a la vida de las comunidades afectadas.
Las Madres contra la Guerra declaramos que no permitiremos que el silencio ni la impunidad continúen. Como madres, abrazamos la vida y decimos con firmeza: ¡Ni una bomba más, ni un veneno más en Puerto Rico !