...LA GUERRA ES LA ANTITESIS DE LA PAZ Y NOSOTRAS LUCHAMOS POR LA PAZ...

26 de marzo de 2007

Triste despedida a militar boricua caído en Irak

Al escuchar el primer disparo de salva en señal de duelo por la muerte del militar Ed Santini, caído en Irak, su viuda emitió sus primeras expresiones públicas: un grito desgarrador.

"Ayyy, Dios mío", se le escuchó decir entre gemidos a Astrid Santini, quien tiene cinco meses de embarazo. En un momento dado, la mujer abrazó la bandera que cubría el féretro como si fuera el último vestigio en vida de su esposo.

El militar de 25 años, que falleció recientemente cuando el vehículo en el que viajaba fue impactado por un explosivo en Bagdad, fue sepultado ayer en el Cementerio Nacional de Bayamón.

El soldado, que llevaba cinco años en el Ejército activo, pertenecía a la Compañía A del Segundo Escuadrón del Regimiento Duodécimo de Caballería, establecido en el Fuerte Bliss, en Texas.

Varios militares que participaron en la ceremonia de despedida no pudieron contener las lágrimas, incluyendo a un sargento que viajó desde Texas para leer un mensaje de condolencia enviado por Robert S. Rotgers, comandante de Reserva del Fuerte Bliss.

"Él era la vida y alma del pelotón, un hermano, gran líder y amigo", leyó entre lágrimas el sargento.

Los compañeros de Santini en el Fuerte Bliss también enviaron un mensaje de despedida que decía: "Es trabajo difícil ser un buen hombre, pero Santini parecía hacerlo fácil".

Los familiares del militar describieron al joven como un hombre valiente y lleno de amor. "Siempre has sido mi figura ejemplar. Sin duda alguna estar contigo han sido los mejores años de mi vida. Sé que me velarás. Te quiero siempre con todo mi corazón", expresó con la voz quebrada Michael Guevara, hermano de Santini por parte de madre.

En señal de solidaridad, llegó hasta el camposanto Carmen León, madre de un militar que logró regresar con vida a Puerto Rico tras dar servicio en Irak.

"Esto es un vía crucis. No le veo sentido a la guerra de Irak", manifestó en un aparte con periodistas. "Ella (la madre de Santini, Sandra de Jesús) se debe sentir muy orgullosa porque él fue un tremendo soldado", agregó la mujer.

Santini; quien viene de una familia de militares, entre los que se encuentran su padre, tíos y dos abuelos; se convirtió en el soldado de origen puertorriqueño número 56 que muere en los conflictos que libra Estados Unidos en Irak, Kuwait y Afganistán. Le sobreviven su viuda y una hija de cuatro años.

Por: Angélica Nieves / AP

Sargento herido sigue en batalla por su salud

WASHINGTON - El sargento boricua Carlos Labarca auxilió el 18 de octubre de 2004 a su capitán Elmer Rivera, tras el ataque con morteros que impactó la cárcel Abu Ghraib, en Irak, y que dejó con heridas a ambos miembros de la Reserva del Ejército de Estados Unidos en Puerto Rico.

Ahora, sin embargo, Labarca dice que la burocracia federal le tiene con limitados servicios médicos, pues no le reconocen sus heridas más serias como producto de aquella terrible experiencia.

Pese a que la explosión ocurrida le levantó por los aires y le estrelló contra una pared, Labarca, de 36 años y quien era miembro de la unidad 301 de la Policía militar de la Reserva del Ejército, dijo que en momentos en que estaba casi inconsciente escuchó la voz de Rivera.

"Carlitos, Carlitos, me dieron", le dijo Rivera, antes de desplomarse. Rivera, quien sufrió heridas graves en el abdomen, también contó a El Nuevo Día las limitaciones que ha sufrido desde que el Ejército le retiro temporalmente del servicio activo.

Ayer, Labarca narró las dificultades a las que él se enfrenta para conseguir que el Hospital de Veteranos en San Juan acepte que sus múltiples lesiones -seis contusiones en el cerebro, un nervio pillado, pérdida de audición y visión en el lado derecho, la cabeza virada y un coágulo en el pulmón, entre otras cosas- fueron producto de aquel ataque.

"Los soldados heridos en Irak estamos luchando otra guerra, la guerra contra el sistema", indicó Labarca en una entrevista telefónica desde el municipio de Toa Alta, desde donde espera por obtener una cita en el Hospital de Veteranos de Orlando, Florida.

En respuesta a una comunicación de El Nuevo Día, el Hospital de Veteranos de San Juan se comunicó ayer con Labarca. "No podemos discutir el caso, pero hemos conversado con él", indicó Annie Moraza, portavoz de la institución y quien exhortó a los militares a registrarse en el hospital para tener acceso a los servicios médicos para veteranos.

Labarca manifestó que tras ser licenciado temporalmente del Ejército en Veteranos de Puerto Rico sólo le reconocen las lesiones sufridas en las manos. "Lo peor que tengo: mi cervical lesionada, la cabeza virada, los nervios pillados y un coágulo en el pulmón derecho, eso no me lo asocian con las consecuencias del ataque", agregó.

Si en Orlando le revisan su caso, como ha solicitado, y los servicios médicos se incrementan, consideraría mudarse. También ha ido a tratarse a Tampa, Florida, siempre buscando un mejor acceso a servicios médicos.

"Irme no sería fácil, pues aquí (en Toa Alta) tengo mi familia y mi casa, que es lo único que me queda", sostuvo.

Luego de haber sido licenciado temporalmente del Ejército activo, los beneficios económicos y médicos se le han reducido. Sus hijos -el mayor tiene 7 años- dejaron de tener derecho a asistir a la escuela del Fuerte Buchanan.

"No puedo pagar una escuela privada de esa calidad", expresó.

Su incapacidad le impide volver a su trabajo como oficial de seguridad en una empresa que tiene contratos con el Servicio de Inmigración de Estados Unidos. Y, al igual que el capitán Rivera, relató además de las gestiones personales que hizo el ex comandante de la Reserva en Puerto Rico, el general José Rosado, para que visitara un médico privado, nadie en la Reserva se ha preocupado por él.

"Ahora que no me pueden sacar más provecho, siento que me están dejando en el limbo", concluyó.

Por: José A. Delgado / END

25 de marzo de 2007

Sobre el Síndrome Post Traumático del Estrés en veteranas

NY Times Magazine feature story on Female vets facing PTSD from both combat and sexual assaults.

This is one of the most moving, gut-wrenching stories I've ever read
about what female servicemembers are facing. It is a long read but it
is horribly and tragically compelling.

http://www.nytimes.com/2007/03/18/magazine/18cover.html?
_r=1&oref=slogin
The New York Times Magazine: The Women's War

James Branum

Guerra de alto costo para pobres

Cuatro años de guerra en Irak

Muchos de los soldados caídos de EE.UU. eran de pueblos pequeños.

Un análisis de AP halló que casi tres cuartas partes de los oficiales
muertos en Irak vienen de pueblos donde el ingreso per cápita es inferior al
del promedio nacional.

MCKEESPORT, Pensilvania — Criado en las viviendas públicas de un viejo
pueblo siderúrgico, Edward "Willie" Carman vio el Ejército como una
posibilidad de forjarse una vida mejor.

"No lo hago por ti, lo hago por mí", dijo el entonces muchacho de 18 años a
su madre, Joanna Hawthorne, un día al regresar de la escuela secundaria y
sorprenderla con la noticia.

Cambio de opinión

En AP-Ipsos revelan que los encuestados de laszonas rurales, el porcentaje
de los encuestados que consideraban que había sido correcta la decisión de
ir a la guerra cayó del 73% en abril de 2004 al actual 39%. En las zonas
urbanas, bajó del 43% en el 2004 al 30% actual.

Cuando Carman murió en Irak hace tres años, a los 27, había ahorrado dinero
para la universidad y tenía una novia y dos hijos, incluyendo un bebé al que
nunca conoció. Sus vecinos en el barrio de casas rodantes donde vivía
Hawthorne recaudaron $400 y se los dejaron en un sobre en la puerta.

El duelo no es exclusivo de este pueblo de Pensilvania. Casi la mitad de los
más de 3,218 soldados estadounidenses muertos en Irak provienen de pueblos
como McKeesport, con menos de 25,000 habitantes, según un análisis de The
Associated Press.

Uno de cada cinco proviene de pueblos de menos de 5,000 pobladores.

La Oficina del Censo dijo que el 56% de la población en el 2005 vivía en
pueblos de menos de 25,000 habitantes y en pueblos no incorporados, pero que
no podía discriminar la cifra entre unos y otros. El censo del 2000 reveló
que el 16% de la población total vivía en zonas rurales no incorporadas.

En Estados Unidos, un pueblo no incorporado es un barrio rural que no tiene
ayuntamiento propio, al contrario que el pueblo incorporado que tiene una
carta orgánica recibida del Estado, similar a una ciudad.

Muchos de los pueblos de donde provienen las víctimas fatales de la guerra
no son solamente pequeños, sino también pobres. El análisis de AP halló que
casi tres cuartas partes de los muertos en Irak vienen de pueblos donde el
ingreso per cápita es inferior al del promedio nacional. Más de la mitad
provenía de pueblos donde el porcentaje de gente que vive en la pobreza
superaba el promedio nacional.

Algunos son viejos pueblos de fábricas como McKeesport, en el pasado sede de
la empresa National Tube Works de la siderúrgica U.S. Steel que llegó a
emplear a 8,000 personas, donde el 12.5% está por debajo de la línea federal
de pobreza.

Injusticia para áreas rurales

A base del ingreso per cápita, los estados con poblaciones mayormente
rurales han padecido el mayor número de fatalidades en Irak. Vermont, Dakota
del Sur, Alaska, Dakota del Norte, Nebraska, Wyoming, Delaware, Montana,
Louisiana y Oregón encabezan la lista, según halló la AP.

Hay una "injusticia básica" sobre el número de soldados muertos en Irak que
provienen de áreas rurales, dijo William O'Hare, del Instituto Carsey de la
Universidad de New Hampshire, que examina cuestiones rurales.

La escasez de oportunidades es uno de los factores del alistamiento militar
más elevado en las zonas rurales. De 1997 al 2003, un millón y medio de
trabajadores rurales perdieron sus trabajos debido a cambios en industrias
como la manufacturera que tradicionalmente empleaban trabajadores rurales,
según el Instituto Carsey.

A las comunidades rurales "se les pide que paguen un precio más elevado por
esta aventura militar -si puedo usar ese término- que sus contrapartes
urbanos", dijo O'Hare.

Como consecuencia, en más de 1,000 pueblos pequeños en todo el país -desde
Glendive (Montana) hasta Barnwell (Carolina del Sur), pasando por Caledonia
(Misisipí), Hardwick (Vermont) y Clinton (Ohio)- amigos y familiares han
tratado de encontrar sentido a la muerte de un ser querido en Irak. Es una
lucha que se libra con particular intensidad en pueblos pequeños y unidos.

"En una comunidad pequeña, aunque uno no sepa el nombre de alguien por lo
menos conoce su rostro, lo ha visto antes, quizás ha hablado con él",
observó Chuck Bevington, cuyo hermano Allan de 22 años -de Beaver Falls,
Pensilvania- murió en Irak después de ofrecerse como voluntario para una
segunda misión. "Una comunidad pequeña lo siente mucho más porque la gente
tiene más contacto con los demás".

Aun los desconocidos llegan para abrazar a su madre, reveló.

Las tradiciones y el patriotismo militar están muy arraigados en el sector
rural de Estados Unidos y, para algunos, servir a la patria es una misión
que va más allá de lo económico.

La misma bandera

A veces, el llamado es algo que ni siquiera los padres de los voluntarios
comprenden completamente.

Cuando un reclutador de la infantería de Marina llegó a la casa de Ryan
Kovacicek en un suburbio de Washington, Pensilvania, frente a un camino
rural rodeado de pastos, su padre, un veterano infante de Marina que sirvió
en la guerra de Vietnam, se volvió hacia su hijo, estudiante universitario,
y le advirtió: "Realmente no comprendes en lo que te estás metiendo".

"Sí, lo entiendo", respondió el joven de manera obstinada antes de firmar
los papeles.

El muchacho era bromista y popular. Amaba el golf y las vacaciones en Myrtle
Beach, Carolina del Sur. Pero también tenía una faceta seria, y sus padres
dijeron que estaba convencido de servir a su país. Como beneficio extra, el
muchacho pensaba que el servicio militar le ayudaría algún día a conseguir
un trabajo en el FBI o la CIA.

Antes de partir a Irak, llevó a su novia a una concesionaria automovilística
junto a la ruta I-79, le señaló una enorme bandera nacional que flameaba en
lo alto, y declaró: "Es por esto que me incorporé a los infantes de Marina".

Cuando sus restos volvieron a la patria, la carroza fúnebre pasó junto a la
misma bandera.

Baja el apoyo en los pueblitos

La muerte no es la única carga que la guerra ha desencadenado sobre los
pueblos pequeños.

Los empresarios de muchas comunidades chicas han perdido sus comercios
debido a su movilización en la Guardia y la Reserva nacionales, dijo el
senador demócrata Jon Tester, de Montana. Agregó que también se necesitan
más fondos federales para garantizar que los soldados que regresan tengan
acceso fácil a los centros de salud para veteranos.

"Es cuestión de justicia que a esta gente que está dispuesta a ir y librar
guerras y arriesgar la vida... le cumplamos con nuestras obligaciones en
cuanto a sus beneficios", agregó.

Aunque el apoyo a la guerra en las zonas rurales era elevado inicialmente,
ha habido una fuerte declinación en los últimos tres años.

Marty Newell, director general del Centro de Estrategias Rurales, con sede
en Whitesburg, Kentucky, dijo que las zonas rurales apoyaban la guerra
inicialmente debido a la cantidad de sus soldados que estaban peleando.

"El motivo de que esté disminuyendo el apoyo ahora es el mismo por el que
era fuerte antes, y es que ahora sabemos mucho más al respecto", afirmó.
"Conocemos cuáles son los costos reales y sabemos la verdad... Cada día hay
otro pequeño pueblo en el que uno de los suyos vuelve menos que entero".

A medida que la guerra está en su cuarto año, Christian Appy, historiador de
la guerra de Vietnam, dijo que la carga que ha impuesto a las comunidades
más pequeñas -al igual que ocurrió con Vietnam- puede ser una "experiencia
muy amarga".

"Creo que la gente en muchos de esos pueblos es profundamente patriótica y
desea apoyar el país, pero a medida que pasa el tiempo se le hace más
evidente que su país y su seguridad no están en juego en esta guerra ni en
Vietnam", puntualizó Appy

Por Kimberly Hefling / The Associated Press

23 de marzo de 2007

Ex militar denuncia abandono


WASHINGTON – George W. Bush, presidente de los Estados Unidos, se tomó una foto con él en las navidades de 2004, en momentos en que la Casa Blanca defendía una guerra de Irak que comenzaba a complicarse.

En aquel entonces, el sargento boricua Elmer J. Rivera, comandante de la compañía 301 de policías militares de la Reserva del Ejército en Puerto Rico, convalecía en el centro médico Walter Reed, en Washington D.C., de heridas graves en el abdomen recibidas en Irak.

Dos años después, Rivera ha denunciado que fue retirado en enero pasado del servicio activo del Ejército de Estados Unidos, sin poder terminar su tratamiento médico.

La súbita salida del servicio militar activo le ha limitado las posibilidades de seguir recibiendo tratamiento médico en Walter Reed.

Al ser desmovilizado, el Ejército dejó de financiar el costo del transporte y su estadía en la capital federal, en momentos en que además su salario de militar se ha visto reducido en un 60%.

Rivera, quien tiene una maestría en ingeniería y ansía recuperarse para volver a su trabajo en la farmacéutica Pfizer, piensa que la jefatura militar le ha dejado en el olvido después de su servicio en la guerra de Irak.

"Nadie en la Reserva del Ejército se ha preocupado por mí", dijo Rivera, al coincidir, en ese sentido, con las denuncias que han hecho soldados de la Guardia Nacional a la jefatura de esa otra estructura militar en la Isla.

En febrero de 2004, Rivera, quien ahora tiene 24 años y es uno de un indeterminado número de soldados de origen boricuas heridos en la guerra de Irak, fue movilizado a ese país árabe como comandante del batallón 301 de policías militares.

Pero, en octubre de ese año, en momentos en que su unidad custodiaba la nefasta cárcel de Abu Ghraib - meses después de los incidentes de tortura en contra de iraquíes-, fue herido como consecuencia de un ataque de morteros de la resistencia iraquí. Su colon, diafragma y el vaso sanguíneo quedaron dañados.

A causa de las heridas, Rivera ha sido operado en 16 ocasiones, todas ellas en Walter Reed. Esta semana, por razones económicas, no pudo cumplir con la cita que tenía para el 19 de marzo.

"No tengo la culpa de haber sido herido. Lo menos que pueden hacer es pagarme el pasaje y brindarme los servicios médicos", dijo Rivera, quien sostiene que en el hospital de Veteranos de San Juan le han dado la mano, pero considera que debido a su condición debería ser examinado por el mismo cirujano del Walter Reed que le ha realizado, hasta el momento, todas las operaciones.

Todavía tiene pendiente que se le opere una hernia abdominal.

"Si llego a estar bien -indicó Rivera-, quizá me hubieran enviado de nuevo a Irak. Pero como ya no les sirvo, las autoridades militares no se preocupan", puntualizó.

Por: José Delgado / END

20 de marzo de 2007

Cuatro años en guerra - Rutas para salir de Irak... y ninguna buena

-MCG
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Sólo dos años después Rumsfeld se veía obligado a admitir que las insurgencias pueden aguantar "de 5 a 12 años". El caso es que ayer, cuando cumplieron cuatro años del inicio de la guerra, no se vislumbra una salida. Ni la Administración de Bush ni los demócratas, divididos, tienen hoja de ruta. Estados Unidos no sabe cómo marcharse de Irak, pero tampoco cómo quedarse. O quizá sí, si lo que busca es un caos que justifique una presencia militar permanente en aquel país.

En todo caso, el sueño de los neoconservadores de un Irak democrático que irradiara estos valores sobre la región se ha venido abajo.

Los propios mandos militares, entre otros el general David Petraeus, en quien Washington deposita sus últimas esperanzas al frente de esta misión imposible, ha declarado que todas las opciones son malas. Ya nadie, salvo Bush aún de vez en cuando, habla de victoria.

Se trata de minimizar daños

La Administración de Bush nunca se ha comprometido a sacar las tropas de Irak, ya no con fecha fija, sino siquiera aceptando el concepto. Y sin embargo son varios los expertos y diplomáticos que se lo recomiendan, como Zbigniew Brzezinski: el antiguo consejero de Seguridad Nacional del presidente Carter ha escrito que nadie, dentro o fuera de Irak, "tiene incentivos para llegar a un compromiso mientras Estados Unidos mantenga la situación más o menos a flote".

Mientras, la coalición internacional se va deshaciendo. Tras España e Italia otros países han retirado sus tropas.

Incluso Tony Blair está rebajando la presencia militar británica. Estados Unidos se va quedando solo.

Por: Andrés Ortega / El País Internacional

19 de marzo de 2007

Otra baja boricua en Irak

El sargento Ed Santini, de 25 años, se convirtió el sábado en la más reciente baja puertorriqueña en Irak.

José Pagán, portavoz del Ejército estadounidense en San Juan, informó hoy que Santini, natural de Río Piedras, murió cuando el vehículo en que viajaba fue impactado por un artefacto explosivo en Bagdad. En el incidente murieron otros tres soldados y dos resultaron heridos.

Santini, miembro del Ejército activo, pertenecía al cuarto equipo de combate de brigada de la Primera División de Caballería con sede en el fuerte Hood, en Texas.

Pagán señaló que aún no hay información sobre el traslado del cadáver a la Isla.

El 27 de febrero pasado, el sargento Karl Soto Pinedo, un joven de 22 años que ingresó al Ejército en San Juan, se había convertido en la más reciente baja boricua de la guerra de Irak.

Soto Pinedo murió en Bagdad, como consecuencia de las heridas sufridas en un intercambio de fuego "con el enemigo", indicó una breve comunicación oficial del Departamento de Defensa de Estados Unidos.

Fue la primera confirmación de que un soldado con vínculos con Puerto Rico había fallecido en Irak desde que el presidente George W. Bush ordenó intensificar las operaciones militares estadounidenses en la zona de Bagdad, en un aparente esfuerzo por controlar la resistencia iraquí y las luchas internas entre los grupos étnicos del país árabe.

Soto Pinedo estaba asignado a la primera División Blindada de Infantería del Ejército de Estados Unidos, con base en Scheweinfurt, Alemania.

El militar boricua fue sepultado en Panamá, por petición de su esposa, la cual es oriunda de ese país. Los padres de Soto Pinedo residen desde hace años en Nueva York.

Con la muerte de Soto Pinedo y de Santini se elevan a por lo menos 50 las bajas militares de origen boricua en Irak desde el inicio de la guerra, hace casi cuatro años. Por lo menos otros seis militares de origen puertorriqueño han muerto en la guerra de Afganistán, para un total de 56 muertes confirmadas de soldados puertorriqueños en la llamada "guerra contra el terrorismo".

No todas las muertes de soldados de origen puertorriqueño son conocidas, pues el Pentágono sólo hace referencia directa a los que han ingresado a las Fuerzas Armadas de Estados en Puerto Rico o tenían su domicilio oficial en la Isla.

Por: Servicios Combinados/END

"Nos tienen olvidados":Heridos revelan abandono

WASHINGTON – Son parte del grupo de soldados que escaparon, por suerte o milagro, de las garras de la muerte.

La opinión pública suele reconocer a los caídos en la guerra de Irak - que hoy cumple cuatro años- y aplaude el retorno de las tropas involucradas en el conflicto bélico.

Pero cuatro soldados de la Guardia Nacional de Puerto Rico que resultaron heridos en Irak sienten que para ellos no hay atenciones especiales desde la Isla y quedan en el olvido. Muchas veces permanecen en el vacío, inciertos con relación a su futuro y ansiosos de recuperar lo perdido.

También consideran que la Guardia Nacional de Puerto Rico no hace suficiente para darles apoyo, principalmente si estaban integrados a un batallón que no era el suyo.

Los cuatro – Luis Lucena, Nelson Espinosa, William Santos y Confesor Montañez-, fueron heridos de gravedad entre octubre y diciembre de 2006, de los que prácticamente no se habló. De allí fueron trasladados a Alemania y luego al hospital militar Walter Reed en Washington, donde estuvieron hospitalizados por semanas y ahora reciben cuido ambulatorio.

"Nos tienen olvidados, porque no somos conocidos en esas unidades", indicó Luis Lucena, quien pertenece al batallón 892 de la Guardia Nacional, pero resultó con heridas en el ojo y la frente como consecuencia de una explosión ocurrida en Bagdad, en momentos en que tropas del batallón 130 de ingeniería se aseguraba de que carreteras de la capital iraquí estuvieran libres de explosivos.

De las tareas militares en Irak, las que realiza el batallón 130, el cual seguirá activo en esa nación hasta enero de 2008, son de las más riesgosas.

Lucena, quien en la vida civil pertenece al Cuerpo de Investigaciones Criminales, sostuvo que la Guardia Nacional nunca ha ido a hablar con su esposa ni a conocer las necesidades de su familia.

"Tuve que notificarle yo mismo a mi esposa que había sido herido, comunicarme con ella sobre el traslado que después me hicieron al centro médico Walter Reed y tramitar los pasajes para que ella y mis hijos me vinieran a ver durante el tiempo de mi recuperación", dijo Lucena.

Nelson Espinosa, también miembro de la 892, resultó con heridas graves en su brazo izquierdo, considera también que la jefatura de la Guardia Nacional, más allá de visitas protocolarias, no ha mostrado entusiasmo para conocer la situación de su familia.

Los soldados Confesor Montañez y William Santos, miembros del batallón 130 y que también sufrieron heridas en Irak, coinciden en que los casos de Lucena y Espinosa la desatención ha sido mucho peor. Sin embargo, expresan que en general la respuesta oficial de la Guardia Nacional no ha reflejado suficiente solidaridad.

"Con los compañeros de otras unidades, sí que han bregado mal", indicó el sargento Montañez, a quien los fragmentos de una bomba le perforaron el pulmón y lesionaron el hígado. Santos, por su parte, perdió el brazo izquierdo como consecuencia de una bomba que explotó debajo de su vehículo, en octubrepasado.

Montañez, quien estuvo a punto de perder la vida en el incidente ocurrido el 4 de diciembre de 2006, sostuvo que el primer sargento de su unidad es el único líder del batallón 130 o de la jefatura de la Guardia Nacional que ha demostrado interés en su recuperación.

Hace unas semanas, el gobernador Aníbal Acevedo Vilá les dio una visita de cortesía. La semana pasada, el director ejecutivo de la Administración de Asuntos Federales de Puerto Rico (PRFAA), Eduardo Bhatia, les invitó a almorzar.

Y el nuevo ayudante de la Guardia Nacional, coronel David Carrión Baralt, aprovechó una visita a Washington para asistir a la ceremonia en que algunos recibieron la Medalla del Corazón Púrpura.

"Lamento que se sientan así y que no me lo dijeran antes", dijo ayer Carrión Baralt, al indicar que en una conversación hace dos semanas con el general Roberto Marrero fue cuando por vez primera estos soldados expresaron su frustración.

Los guardias nacionales sienten que son parte de un grupo de soldados que se enfrentan también ahora a la inseguridad de cuál va a ser su futuro.

¿Podrán volver a sus antiguos trabajos? ¿Qué beneficios de pensión les otorgarán? ¿Y cuál va a ser la calidad del seguimiento médico que deberán recibir en la Isla?

Los cuatro soldados entrevistados este fin de semana por El Nuevo Día – entre el viernes y ayer, domingo-, consideran que han sido excelentes los servicios médicos recibidos en Walter Reed, institución hospitalaria que se encuentra en medio de un escándalo por las condiciones sanitarias de algunos edificios.

Espinosa, sin embargo, dijo que su primera experiencia con el hospital de Veteranos de San Juan no fue positiva.

En diciembre pasado, cuando recibió permiso de las autoridades médicas para visitar Puerto Rico en la época navideña, un funcionario de Walter Reed tuvo que intervenir para que el hospital de Veteranos de San Juan le programara sus terapias.

Los cuatro guardias nacionales – que han tenido que lidiar con uno de los inviernos más fríos que lo usual en Washington D.C.-, coinciden además en que fue muy duro tener que ir a la guerra de Irak el verano pasado, en momentos en que la opinión pública estadounidense comenzaba a alcanzar un consenso a favor del retorno de sus tropas.

"Como militar tuve que hacer mi trabajo, pero ya es hora de retirar las tropas", dijo Lucena. "Estados Unidos – indicó, por su parte, Espinosa-, no tiene nada que ir a buscar allí. Ir como tercera parte a tratar de arreglar un país que ha estado peleándose por años no es lo correcto".

17 de marzo de 2007

Exitoso Piquete Contra la Guerra

Catalogado como uno de los más grandes, Madres Contra la Guerra agaradece el apoyo de los diversos sectores sociales, políticos y sindicales brindado al piquete en repudio al cuarto aniversario de la invasión a Irak. Sólo en la unidad podemos conseguir nuestros objetivos de Paz con Justicia. Gracias nuevamennte a los individuos y organizaciones que dijeron presente y alzaron su voz contra esta atrocidad.

!En la calle y en la guerra, ni un muerto más!

Exigen regreso de Guardia Nacional

Unas mil personas se manifestaron hoy contra la intervención de EE.UU. en Irak para pedir al gobernador de Puerto Rico, Aníbal Acevedo Vilá, que plantee en el Pentágono el regreso de los guardias nacionales.

La protesta, convocada por Madres Contra la Guerra y otras organizaciones ambientales e independentistas, se llevó a cabo frente al edificio de la Guardia Nacional en San Juan, donde los manifestantes portaban pancartas con mensajes como "la guerra es un mal negocio. No vendas tu vida" o "por la paz lucharemos".

Algunos portaban cruces y otros, tanques de cartón.

La presidenta de Madres Contra la Guerra, Sonia Santiago, recordó que al menos 55 soldados puertorriqueños han muerto en los conflictos de Irak y Afganistán los últimos cuatro años y lamentó la pérdida de vidas de civiles iraquíes que, según dijo, ascienden a 700,000.

Cuestionó los motivos para la intervención militar y aseguró que con la "guerra contra el terrorismo" se ha deteriorado el respeto por los derechos humanos en todo el mundo y que "quienes van a morir a la guerra, que beneficia a una minoría, son los hijos e hijas de los más pobres".

Santiago, madre de un veterano incapacitado como consecuencia de la guerra, defendió que "los efectivos de la Guardia Nacional deben ser utilizados para defender el territorio al cual están adscritos, no para ocupar e invadir otros países".

"Exigimos que el gobernador Aníbal Acevedo Vilá se pronuncie al respecto y plantee ante el Pentágono que la Guardia Nacional de Puerto Rico se mantenga aquí. La mayoría de sus miembros son madres y padres de familia que complementan sus salarios con ese segundo empleo por necesidad económica", expresó.

Por: EFE

16 de marzo de 2007

Indignación por trato a los veteranos de Irak

La organización antimilitarista Madres contra la Guerra aprovechó ayer la cercanía del cuarto aniversario de la invasión estadounidense a Irak, que tiene lugar el lunes, para denunciar que los veteranos del conflicto no están recibiendo atención médica adecuada ni en Puerto Rico ni en Estados Unidos.

La portavoz del grupo denunció que los hospitales de veteranos no están dando abasto debido a que el presidente George W. Bush recortó $1,000 millones a su presupuesto mientras que aumentó $4,000 millones para reclutamiento.

Santiago dio como ejemplo el caso del sargento de Caguas Carlos Rivera, quien desarrolló sangrado renal, dolores de espalda y costado y síntomas de enfermedad gastrointestinal tras llegar de Irak en 2003. La esposa del sargento, Ivelisse Rivera, dijo por teléfono desde el fuerte Campbell en Kentucky que su marido, de 36 años, combatió en la unidad de operaciones especiales "night stalkers".

El sargento no habló ayer porque estaba indispuesto debido a los medicamentos, explicó la esposa.

Rivera dijo que por haber regresado enfermo lo han descartado para ascensos, no obtuvo diagnósticos correctos de los médicos militares y lo trasladaron a una unidad regular (101 de paracaidistas). Luego se pretendió movilizarlo de nuevo a Irak estando enfermo.

Rivera dijo que a su esposo, quien fue condecorado con la Medalla de Bronce, que se le otorga a soldados que muestren especial valentía, se le dijo que no había problema porque "en Irak había recursos para atender sus problemas médicos".

El hombre sufrió una crisis nerviosa y estuvo al borde del suicidio cuando la portavoz de Madres contra la Guerra, Santiago, quien es sicóloga, intervino y le consiguió el tratamiento sicológico correspondiente, por lo que finalmente no regresó a Irak.

"Ellos creían que él estaba inventando las enfermedades para no ir a Irak. Pero luego tuvieron que reconocer que sus problemas de salud son reales", dijo Rivera.

La esposa del soldado dice que reclamaron una prueba de uranio reducido y un año después el Ejército informó que estaba negativa sin entregar el resultado oficial de laboratorio.

Sin embargo, un funcionario del área médica militar le dijo que la exposición de Carlos al uranio reducido había sido una de las más altas de su unidad, alega la esposa del militar

Finalmente le hicieron una Junta Médica y sólo le reconocieron un 20% de incapacidad cuando tiene además la espina dorsal comprimida y ha desarrollado pancreatitis, diabetes, asma y apnea del sueño, entre otras condiciones.

Por: Eugenio Hopgood Dávila / El Nuevo Día

Alertan casos salud mental veteranos

A cuatro años del inicio del conflicto bélico en Irak, Madres contra la Guerra denunció ayer que una cuarta parte de los veteranos que regresan del teatro de guerra padece un trastorno de salud mental, según la Asociación Americana de Medicina Interna.

Sonia Santiago Hernández, portavoz de la organización, explicó que los familiares de los soldados presentan preocupación sobre el tratamiento que están recibiendo los militares una vez regresan de la guerra, porque los hospitales de veteranos, incluyendo el de Puerto Rico, no cuentan con un presupuesto adecuado para atender la gran cantidad de casos.

Destacó que un 60% de los mutilados que regresan de Irak o Afganistán tiene daño cerebral y requiere equipo técnico y atención médica especializada.

Sobre el Hospital Walter Reed, centro de convalecencia en Washington que alberga a más de 4,000 militares, dijo que los pacientes han denunciado que está lleno de ratas, sabandijas, hongos y sábanas sucias.

"Los familiares tienen a veces que cuidar a los soldados que no tienen quién los atienda, pues son de extracción pobre. Los mismos soldados se quejan de que los ponen a cuidarse unos a otros, en prevención a los que demuestran ideación suicida. Las Madres Contra la Guerra hemos tenido que intervenir en múltiples ocasiones en la prevención de violencia doméstica y en conseguir servicios de salud para los militares", dijo Santiago Hernández.

Recordó que supuestamente estos hospitales se ven afectados tras los recortes que el presidente George Bush ha hecho de $1,000 millones anuales, "mientras le subió $4,000 millones a los centros de reclutamiento".

Informó que hay más de 860,000 reclamos por incapacidad que se calcula representarán de $5 a $7 mil millones anuales para el erario estadounidense.

La portavoz de Madres contra la Guerra denunció el caso de Carlos Rivera, oriundo de Caguas , pero actualmente residente en Ft. Campbell , Kentucky .

El sargento del ejército por más de 12 años tiene una multiplicidad de síntomas producto de su incursión en la guerra de Irak , entre ellos dolor constante en el costado, problemas gastrointestinales y está contaminado con uranio. "Sus dos hijas y esposa tienen erupción en la piel por haberse contaminado con uranio también. Carlos requiere varias operaciones, la primera cuesta un cuarto de millón de dólares. El ejército lo quiere desafiliar, sin beneficios médicos. Esa es la realidad del militar. Los usan y luego los descartan".

Marchan en contra de la guerra

Bajo el lema de "Maternidad es vida y la guerra es la antítesis de la maternidad", Madres contra la Guerra se unirá, mañana sábado 17 de marzo, al Día Mundial de la Denuncia Contra la Guerra como parte del 4to aniversario de la "invasión a Irak", realizando una marcha frente a las instalaciones de la Guardia Nacional en Hato Rey. La actividad iniciará a las 11:00 a.m. Habrá transportación desde Ponce y Mayagüez; para más información llame al 787-317-9671.


Por: Ivonne Y. Rosario
EL VOCERO

12 de marzo de 2007

Renuncia Director de salud del ejército de EE.UU.

Washington - El director de salud del ejército, teniente general Kevin C. Kiley, fue obligado a retirarse del cargo, anunció el lunes esa rama de las fuerzas armadas en medio del escándalo suscitado por revelaciones de fallas en el tratamiento a los soldados que están regresando de la guerra.

Kiley, quien fue director del Hospital Militar Walter Reed del 2002 al 2004 — el hospital al centro de la controversia—, formuló su solicitud de jubilación el domingo, dijo el cuerpo armado en un comunicado.

Es el tercer funcionario de alto rango que pierde su cargo por las revelaciones de tratamiento inadecuado y excesiva burocracia en el hospital, donde llegan muchos de los soldados que combatieron en Irak y Afganistán.

"Debemos apurarnos para cubrir esa posición — ese líder va a tener un papel clave en los cambios para responder a las necesidades de nuestros soldados heridos", dijo el secretario en funciones del Ejército Pete Geren en una declaración.

Geren le pidió a Kiley que se retirase, dijo un alto funcionario de defensa que habló a condición de anonimato porque no estaba autorizado a hacerlo oficialmente. El secretario de Defensa no estuvo involucrado en la decisión de pedir a Kiley que se retirase, dijo el funcionario.

La salida de Kiley resalta cómo aún no se calman las repercusiones por el escándalo en el Walter Reed. En lugar de ello, la controversia se ha extendido a cuestionamientos sobre cómo se trata a los soldados heridos y veteranos en el sistema de centros médicos militares y se ha convertido en una preocupación mayor para el gobierno del presidente George W. Bush, asediado por críticas a su manejo de la guerra en Irak.

"Yo presenté mi retiro porque pienso que es lo mejor para el Ejército", dijo Kiley en la declaración el lunes.

Las condiciones en el Walter Reed fueron reveladas el mes pasado por el diario The Washington Post. Desde entonces, Gates ha obligado a renunciar al secretario del Ejército Francis Harvey y el mayor general George W. Weightman, que estaba a cargo del hospital desde agosto del 2006, fue sacado del cargo.

Por: AP

9 de marzo de 2007

MCG: "A cuatro años de esta guerra"

7 de marzo de 2007

San Juan, Puerto Rico


A CUATRO AÑOS DE ESTA GUERRA

Madres Contra la Guerra convoca a l@s luchador@s por la Paz y la justicia a denunciar a toda voz las múltiples injusticias que vive el mundo por causa de la guerra contra Irak, Afganistán y Palestina.


"Porque la guerra es la antítesis de la Maternidad"

Nos uniremos al mundo en un reclamo solidario frente a
los cuarteles de la Guardia Nacional en la Av. Roosevelt en Hato Rey

el sábado, 17 de marzo de 2007 de 11:00 am a 1:00 pm.


Tendremos transportación disponible desde la región sur y la región oeste. Con una pequeña donación puedes reservar tu espacio.

v Guagua Suroeste - Saldrá de la plaza pública del Municipio de Guánica a las 7:30am, parando en Yauco y Ponce.

Para reservaciones en esta guagua o más información comunícate con Damary Burgos al (787) 317- 9671.

v Guagua Noroeste - Saldrá del Palacio de Recreación y Deportes en Mayagüez a las 7:30am, parando en Aguadilla y Arecibo.


Para reservaciones en esta guagua o más información comunícate con Miguel Sánchez al (787) 245- 8976.

¡BASTA YA!

Exigimos Paz...


Madres Contra la Guerra
Contacto: Sonia M. Santiago Hernández
madrescontralaguerra@yahoo.com

Muertos otros 10 soldados norteamericanos en Irak

BAGDAD, 6 mar (PL) —. El comando de las tropas de ocupación norteamericanas reconoció la muerte de 10 de sus soldados en acciones de la resistencia en las provincias iraquíes de Salahadin y Diyala.

Los reportes castrenses de las últimas horas indicaron que además de esas bajas letales, las fuerzas estadounidenses sufrieron otra decena de heridos de diversa gravedad.

El suceso más sobresaliente ocurrió en la norteña Salahadin, donde seis soldados murieron y tres recibieron lesiones al explotar una bomba al paso de la patrulla que integraban.

Un comunicado amplió que los occisos formaban parte de las tropas que operaban en la citada provincia, considerada por la inteligencia militar norteamericana un bastión de la insurgencia.

También en ese territorio, un soldado enviado por Washington murió y otro sufrió heridas en la zona sur de la ciudad de Tikrit, cuando la víspera el vehículo en que viajaba activó una carga explosiva.

En la provincia de Diyala, al nordeste de Bagdad, el ejército estadounidense sufrió otros tres decesos y un herido en otra acción con explosivo ejecutada por la resistencia.

Medios de prensa compararon el ritmo de pérdidas de los ocupantes de las últimas horas con las de enero pasado, cuando los insurgentes derribaron varios helicópteros militares norteamericanos.

A unos tres mil 180 ascendió la cifra de soldados estadounidenses muertos en este país árabe desde el inicio de la guerra en marzo de 2003. Los heridos rebasan los 23 mil 500.

Los ataques en Salahadin y Diyala demuestran la incapacidad de los invasores y sus aliados locales de controlar Iraq, pese a los planes de pacificación como el lanzado ahora contra Bagdad y la provincia occidental de Al Anbar.

Jornada violenta en Irak: más de 100 muertos y 150 heridos

BAGDAD, 6 de marzo.— En una de las jornadas más sangrientas desde la ocupación norteamericana de Iraq, este martes se escenificaron varios hechos de violencia con saldo de más de 100 iraquíes muertos.

Sangre iraquí se sigue derramando en el país  árabe ocupado.
Sangre iraquí se sigue derramando en
el país  árabe ocupado.

 

También hoy se conoció que varios norteamericanos perecieron al norte de Bagdad, según AP.

En Hilla, al sur, a pocos kilómetros de los restos de Babilonia, dos comandos se detonaron en medio de una multitud de peregrinos en romería hacia Kerbala, escenario del suplicio del Imam Hussein, padre de la escuela chiita del Islam.

Los peregrinos cumplen este fin de semana la cuarentena de luto en memoria del nieto del profeta Mohammed y padre de la escuela chiita, muerto en el desierto de Kerbala en el año 680 de nuestra era.

Informes preliminares refieren 93 muertos y 150 heridos, pero las circunstancias de los atentados indican que la cifra de víctimas fatales supera los 100, y la de heridos puede incrementarse.

Por: PL

8 de marzo de 2007

The New York Times > Image > 31 Days in Iraq

The New York Times > Opinion > Image > 31 Days in Iraq

London Times: Generales estadounidenses renunciarían si EU ataca a Irán

Sunday Times (London)

February 25, 2007

US generals 'will quit' if Bush orders Iran attack
Michael Smith and Sarah Baxter

Washington - Some of America's most senior military
commanders are prepared to resign if the White House
orders a military strike against Iran, according to
highly placed defence and intelligence sources.

Tension in the Gulf region has raised fears that an
attack on Iran is becoming increasingly likely before
President George Bush leaves office. The Sunday Times
has learnt that up to five generals and admirals are
willing to resign rather than approve what they
consider would be a reckless attack.

"There are four or five generals and admirals we know
of who would resign if Bush ordered an attack on
Iran," a source with close ties to British
intelligence said. "There is simply no stomach for it
in the Pentagon, and a lot of people question whether
such an attack would be effective or even possible."

A British defence source confirmed that there were
deep misgivings inside the Pentagon about a military
strike. "All the generals are perfectly clear that
they don't have the military capacity to take Iran on
in any meaningful fashion. Nobody wants to do it and
it would be a matter of conscience for them.

"There are enough people who feel this would be an
error of judgment too far for there to be
resignations."

A generals' revolt on such a scale would be
unprecedented. "American generals usually stay and
fight until they get fired," said a Pentagon source.

Robert Gates, the defence secretary, has repeatedly
warned against striking Iran and is believed to
represent the view of his senior commanders.

The threat of a wave of resignations coincided with a
warning by Vice-President Dick Cheney that all
options, including military action, remained on the
table. He was responding to a comment by Tony Blair
that it would not "be right to take military action
against Iran".

Iran ignored a United Nations deadline to suspend its
uranium enrichment programme last week. President
Mahmoud Ahmadinejad insisted that his country "will
not withdraw from its nuclear stances even one single
step".

The International Atomic Energy Agency reported that
Iran could soon produce enough enriched uranium for
two nuclear bombs a year, although Tehran claims its
programme is purely for civilian energy purposes.

Nicholas Burns, the top US negotiator, is to meet
British, French, German, Chinese and Russian officials
in London tomorrow to discuss additional penalties
against Iran. But UN diplomats cautioned that further
measures would take weeks to agree and would be mild
at best.

A second US navy aircraft carrier strike group led by
the USS John C Stennis arrived in the Gulf last week,
doubling the US presence there. Vice Admiral Patrick
Walsh, the commander of the US Fifth Fleet, warned:
"The US will take military action if ships are
attacked or if countries in the region are targeted or
US troops come under direct attack."

But General Peter Pace, chairman of the joint chiefs
of staff, said recently there was "zero chance" of a
war with Iran. He played down claims by US
intelligence that the Iranian government was
responsible for supplying insurgents in Iraq, forcing
Bush on the defensive.

Pace's view was backed up by British intelligence
officials who said the extent of the Iranian
government's involvement in activities inside Iraq by
a small number of Revolutionary Guards was "far from
clear".

Hillary Mann, the National Security Council's main
Iran expert until 2004, said Pace's repudiation of the
administration's claims was a sign of grave discontent
at the top.

"He is a very serious and a very loyal soldier," she
said. "It is extraordinary for him to have made these
comments publicly, and it suggests there are serious
problems between the White House, the National
Security Council and the Pentagon."

Mann fears the administration is seeking to provoke
Iran into a reaction that could be used as an excuse
for an attack. A British official said the US navy was
well aware of the risks of confrontation and was being
"seriously careful" in the Gulf.

The US air force is regarded as being more willing to
attack Iran. General Michael Moseley, the head of the
air force, cited Iran as the main likely target for
American aircraft at a military conference earlier
this month.

According to a report in The New Yorker magazine, the
Pentagon has already set up a working group to plan
airstrikes on Iran. The panel initially focused on
destroying Iran's nuclear facilities and on regime
change but has more recently been instructed to
identify targets in Iran that may be involved in
supplying or aiding militants in Iraq.

However, army chiefs fear an attack on Iran would
backfire on American troops in Iraq and lead to more
terrorist attacks, a rise in oil prices and the threat
of a regional war.

Britain is concerned that its own troops in Iraq might
be drawn into any American conflict with Iran,
regardless of whether the government takes part in the
attack.

One retired general who participated in the "generals'
revolt" against Donald Rumsfeld's handling of the Iraq
war said he hoped his former colleagues would resign
in the event of an order to attack. "We don't want to
take another initiative unless we've really thought
through the consequences of our strategy," he warned.

Se estima que la cifra de ex militares que se han suicidado asciende a 20, 000

Hace casi tres años, el Departamento de la Defensa de los Estados Unidos
reconoció a Edward Alan Brudno como el primer ex combatiente que cometió
suicidio a los cuatro meses de regresar de la Guerra de Vietnam.

Brudno, quien aparentemente falleció producto de la depresión que padeció a
su regreso del combate, fue incluido en el Muro de los Caídos en Vietnam en
mayo de 2004, 31 años después de su muerte.

El PTSD

Son las siglas en inglés del desorden de estrés post traumático Es la
condición que sufre una persona tras pasar por una experiencia de intensidad
traumática Los soldados son de las personas que más sufren de esta condición
al estar expuestos a situaciones de extrema tensión cuando están en combate
La mayoría de los ex combatientes que reciben servicios de salud mental en
el Hospital de Veteranos sufre de esta condición

Su inclusión fue producto de años de lucha de su esposa y hermano, cuyas
peticiones originales fueron rechazadas porque el Pentágono entendía que el
monumento era sólo para los caídos directamente en combate.

La aceptación de Brudno fue un reconocimiento por parte de las fuerzas
armadas de que el que se suicida a causa de los traumas derivados de una
experiencia en combate es una "baja de guerra", igual que los que mueren
batiéndose a tiros con el enemigo.

El caso de Brudno sirvió, además, para que la Administración de Veteranos,
que el jueves celebra el Día de Prevención del Suicidio, fortaleciera los
servicios de salud mental para ex combatientes.

En entrevista con El Nuevo Día, el psiquiatra Antonio Sánchez, el psicólogo
Julio Ribera y el trabajador social Fortunato Rosado, del Hospital de
Veteranos de Río Piedras, dijeron que, a raíz del caso de Brudno, a la salud
mental se le da en esa institución el mismo énfasis que a las condiciones
físicas.

Este año, cada instalación del Sistema de Salud de Veteranos del Caribe
contará con un coordinador de prevención de suicidio, quien deberá capacitar
a los empleados, pacientes y familiares de veteranos sobre la prevención del
suicidio.

Aunque se desconoce cuántos ex combatientes han cometido suicidio, se estima
que la cifra podría ser de hasta 20,000 personas.

Según Sánchez, el 70% de las admisiones en la Unidad de Siquiatría del
Hospital de Veteranos (unos 800 pacientes al año) son ex militares con ideas
suicidas, mientras que 10% son por intentos suicidas.

Las edades de estos pacientes oscila entre los 40 y los 59 años.

"Esto (el suicidio) no es una enfermedad, sino un síntoma de muchas
enfermedades", explicó Sánchez, quien destacó que la mayoría de los
suicidios entre veteranos ocurren entre los meses de noviembre y diciembre.

Por: ENDI.com

En el Día Internacional de la Mujer Trabajadora

En el Día Internacional de la Mujer Trabajadora

Madres Contra la Guerra anuncia que en honor al Día Internacional de la Mujer Trabajadora, la Hermandad de Empleados Exentos No Docentes de la Universidad de Puerto Rico le dedicará un reconocimiento a las siguientes mujeres luchadoras:

  • Doris Pizarro Claudio - Trabajadora Social
  • Maricruz Rivera Clemente - Corporación Piñones se Integra
  • Tomasa Rodríguez - líder comunitaria Residencial Monte Hatillo
  • Sonia M. Santiago Hernández - psicóloga y fundadora de Madres Contra la Guerra

Enhorabuena, felicitamos a las galardonadas y en especial a nuestra portavoz por el reconocimiento de lucha y sacrificio.

La actividad se llevará a cabo en el Teatro de la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Bayamón el jueves, 8 de marzo de 2007 a las 8:30 am. (Carr. 174 Km. 170 Parque Industrial Minillas - Bayamón)

-Madres Contra la Guerra
madrescontralaguerra@yahoo.com

MCG lamenta el fallecimiento del Sgt. Karl Soto Pinedo

Madres Contra la Guerra

Febrero 2007

COMUNICADO DE PRENSA


Madres Contra la Guerra lamenta el fallecimiento del
Sargento Karl Soto Pinedo en Bagdad

San Juan, Puerto Rico - El Departamento de la Defensa anunció la muerte del Sargento Karl Soto-Pinedo, 22, de San Juan, Puerto Rico, quien falleció el 27 de febrero en Bagdad como resultado de las heridas sostenidas en combate. Soto-Pineda pertenecía al Primer Batallón, del Regimiento 18 de Infantería de la segunda Brigada de Combate. Sus restos serán enterrados en Panamá, a petición de su esposa panameña.

Las Madres Contra la Guerra nos unimos al dolor que embarga a los familiares de Karl y nos reafirmamos en nuestra lucha por orientar a los militares soliciten la objeción por conciencia y no continúen cayendo en la trampa de una guerra inmoral y cruel cuyo único propósito es la usurpación del petróleo de Irak y el lucro de las compañías transnacionales por parte de Bush y compañía.

Que Dios les de mucha serenidad a los familiares, que Karl descanse en paz.

MCG denuncia cifras reales de bajas bilaterales

Madres Contra la Guerra

COMUNICADO DE PRENSA

2 de marzo de 2007


Oficinas de Reclutamiento del Ejército, Marina y Fuerza Aérea
de los Estados Unidos en Mayagüez, Puerto Rico

MCG denuncia cifras reales de bajas estadounidenses e irakíes; así como los errores del Pentágono en sus tácticas militares

Mayagüez - En Irak, el Pentágono admitió haber cometido un error en Ramadi, donde los residuos de una explosión hirió a 31 personas, entre las que se encontraban varios niños. El anunció fue hecho tras la publicación de un informe no confirmado que indicaba que más de una docena de niños han muerto en una gran explosión. En Bagdad, la policía iraquí dice que recuperó al menos treinta cuerpos el martes, para un total de 1,511 fallecidos en febrero, habiendo muerto 1802 en enero. Han muerto más de 750,000 iraquíes civiles en Irak, o un 2.5% de la población desde que comenzó la guerra. Estos datos fueron publicados en la revista The Lancet, en octubre de 2006. La situación de inanición y deterioro en la calidad de vida de los iraquíes es alarmante, particularmente para los menores de edad. Una de las agencias comunitarias de ayuda: "Save the Children", de Inglaterra, decidió retirarse, pues "no hay garantías de seguridad en el país”.


La última baja de los militares estadounidenses (al redactar este comunicado) fue Kenny Vansdike (22). Cindy Fisher, su madre, indicó:"Mi hijo murió después de haber verificado el perímetro al cual estaba asignado y teniendo puesto su equipo protector. Aún así, una bala penetró su chaleco anti-balas". Ha habido numerosas denuncias de los militares y de los familiares quienes denunciamos la inseguridad de los equipos protectores, muchos de los cuales están defectuosos de fábrica (otro negocio lucrativo para Halliburton a costa de la salud y de la seguridad de nuestros familiares). El trato que reciben los militares que sobreviven no es el mejor, siendo las condiciones en el hospital de convalescencia Walter Reed, donde convalecen, criticadas por los mismos soldados ante la prensa el mes
pasado. El periódico Army Times informa que se les dijo a los soldados que se encuentran en el mayor establecimiento médico del Ejército estadounidense que ya no se les permite hablar con los medios noticiosos. La prohibición de hablar con los medios es una forma de castigo por la revelación el mes pasado de que el hospital está en una situación de gran deterioro. Es irónico que se gastan $8.2 mil millones de dólares mensualmente para sufragar la guerra de Irak mientras existen unas condiciones pésimas para los veteranos y hay más de 750,000 personas deambulantes en Estados Unidos, últimas cifras del Censo de Estados Unidos.


El Pentágono anunció la muerte de otros cinco soldados estadounidenses, para un total de 3,163 fallecidos desde que comenzó la guerra el 19 de marzo de 2003, entre los cuales ha habido 54 bajas boricuas. No hay palabras que puedan describir la angustia, el dolor que sentimos los familiares de los militares al saber que nuestra sangre está en una situación bélica tan espantosa. Nuestros hijos vienen cambiados de los escenarios de guerra: retraídos, aislados, poco comunicativos y deprimidos.


A los jóvenes: que no se alisten en la milicia y a los militares, que se acojan a la objeción por conciencia, reconocido en el reglamento militar. Las Madres Contra la Guerra le podemos ayudar con una red de apoyo legal. Exigimos paz.


Contacto: Sonia M. Santiago Hernández

madrescontralaguerra@yahoo.com
www.madrescontralaguerra.blogspot.com

GRAN PIQUETE DE DENUNCIA MUNDIAL
EN EL CUARTO ANIVERSARIO DE LA INVASIÓN A IRAK

El sábado 17 de marzo de 2007 el pueblo puertorriqueño se tiene que movilizar para decirle ¡YA BASTA! al Presidente de los EEUU de la guerra en Irak. De 11:00 am a 1:00 pm se llevará a cabo un piquete de denuncia mundial en el cuarto aniversario de la invasión a Irak por la “Coalición”. Frente a los cuarteles de la Guardia Nacional en la Avenida Roosevelt en Hato Rey. (Frente al Estadio Hiram Bithorn).